Estamos en la época de los boniatos, el tubérculo otoñal que relega a la patata durante estos meses del año. Es inconfundible por su gruesa piel de color anaranjado, aunque también puedes encontrarlo con la piel rojiza o morada. Su característico sabor dulzón lo hace de lo más apetecible, sin que eso implique que contenga más azúcares que la patata. De hecho, su índice glucémico es menor, así que es el momento de aprovechar para introducirlo en todo tipo de recetas.

Además de ser un tubérculo delicioso, el boniato tiene muchos beneficios para la salud gracias a que es rico en vitaminas A, E y C, contiene carotenoides y es un fuente de potasio para el organismo. Descubre cuáles son las bondades de introducirlo en tu dieta. 

El boniato es un alimento muy nutritivo y una gran fuente de energía ya que contiene hidratos de carbono. Aunque esto es muy beneficioso para cualquier persona, agradecerás tomarlo si haces deporte, estás embarazada o en época de lactancia. 

Sabemos que la alimentación es esencial para proteger a nuestras células del deterioro y envejecimiento prematuro, y así prevenir enfermedades cardiovasculares, el cáncer o proteger la salud ocular. El boniato es de gran ayuda por su contenido en betacarotenos, además de vitaminas E y C.

El boniato es rico en fibra, algo que unido a sus antioxidantes, mejora las digestiones y reduce la inflamación de las mucosas estomacales. Al suavizar el aparato digestivo y activar el tránsito intestinal, se recomienda cuando se padecen problemas como úlcera gástrica o gastritis. 

Los carotenoides del boniatos son excelentes para cuidar de tu vista, frenando el deterioros del ojo que se asocian a la edad, como las cataratas o la degeneración macular senil. Lo consigue al prevenir el daño oxidativo que ejerce la luz en los ojos, dándonos un importante motivo más para consumirlo en esta época del año. 

Tal y como te decíamos, el boniato es rico en potasio, un tipo de electrolito que ayuda a la correcta contracción de los músculos, al correcto funcionamiento del sistema nervioso y a conseguir que el ritmo cardíaco se mantenga constante.

El ácido fólico, uno de los nutrientes del boniato, es importantísimo durante el embarazo porque, entre otras cosas, ayuda a prevenir la espina bífida en el feto. También ayuda a prevenir la anemia, al crecimiento celular y a la formación de tejidos.

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