Durante mucho tiempo se ha dicho que cuando alguien habla consigo mismo es porque vive en soledad y, si no es el caso, que tenía un problema de salud mental. Pero estudios recientes apuntan a que puede tratarse de un rasgo cognitivo muy interesante. El habla autodirigida o habla privada, que es como se llama al hecho de hablar solo, no tiene por qué ser, ni mucho menos, una anormalidad. Si te ocurre, puede que se trate de algo positivo para ti. Descubre si te sientes identificada con lo que te contamos a continuación. 

Hablar solo, mentalmente o en voz alta, es una herramienta muy útil para organizar los diferentes pensamientos que rondan por nuestra cabeza. Cuando conseguimos organizarlos, somos capaces de tomar decisiones acertadas que nos permiten resolver problemas con eficacia. Por otro lado, al hablar en voz alta regulamos nuestras emociones, algo que también nos ayuda a aclararnos en momentos de confusión. Si expresas tus ideas en voz alta, aumenta la concentración, se desarrolla tu memorias y favoreces el pensamiento creativo. Visto así, parece claro que el habla autodirigida resulta muy positiva. 

Lo de hablar solos no es algo que aparece de la noche a la mañana cuando somos adultos, sino que se trata de un rasgo muy habitual en la infancia. No nos resulta extraño ver a un niño hablando solo, y no solo cuando juega. Utilizan esta herramienta para desarrollar sus habilidades lingüísticas y comprender el mundo que les rodea. Es cierto que muchas personas abandonan esta práctica a medida que van creciendo, pero no son pocas las que conservan este comportamiento para autorregularse y reflexionar sobre sí mismos. 

Con esta lectura que hace la psicología de los motivos por el que una persona habla consigo misma, se concluye que esta práctica tiene unos beneficios muy interesantes: 

Aunque estemos hablando de los beneficios que puede tener hablar solo, no hay que olvidar que en algunas ocasiones puede ser un síntoma de condiciones mentales subyacentes, como la esquizofrenia. Por eso es importante prestar atención a otros síntomas, como los delirios o las alucinaciones, y recibir asistencia médica de manera inmediata.

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