Dormir bien es uno de los pilares de la salud, pero lo cierto es que los problemas para conciliar el sueño y obtener un buen descanso por las noches son cada vez más habituales. Para lograr dormir profundamente es necesario cuidar diferentes aspectos de nuestra vida, como hacer cenas ligeras o practicar deporte durante el día. Olvidarse de las pantallas o tomar infusiones relajantes son también buenos hábitos que pueden ayudarnos a vencer el insomnio o acabar con las noches de descanso interrumpido.
La intención es llegar a la cama liberados de las tensiones diarias, y por ese motivo las técnicas de relajación son un recurso cada vez más utilizado con este fin. Existen diferentes técnicas, muy sencillas de realizar, aunque también requieren de práctica y constancia para aprovecharlas al máximo. Conocerlas puede serte muy útil, no solo para dormir mejor, sino también para dejar a un lado el estrés que conlleva nuestro ritmo de vida en muchas ocasiones. Comienza a practicarlas hoy mismo y verás como las noches en vela contando ovejas se quedan para siempre en el pasado.
Esta técnica es tan sencilla como parece y, además, muy eficaz. Puedes realizarla ya en la cama, y lo ideal es que te tumbes boca arriba, con los brazos y la piernas estirados. Procura que ya no haya ruidos que puedan interferir o distraerte, y concéntrate únicamente en tu respiración. Inhala y exhala por la nariz, percibiendo con detalle cómo el aire entra algo más frío de lo que sale. Cuando consigas concentrarte bien, añade observar cómo, al exhalar, tus músculos se liberan de la tensión acumulada. En cuestión de minutos, tu cuerpo estará lo suficientemente relajado para dormir profundamente.
Nuestra mente es muy poderosa. Tanto que, según la forma en la que entrenemos, es capaz de quitarnos el sueño o, tal y como queremos, ayudarnos a dormir al llegar la noche. La visualización consiste en dejar atrás cualquier pensamiento negativo, para evocar y visualizar imágenes y sentimientos positivos. Para que la técnica sea más efectiva, puedes comenzar con la respiración profunda y pasar a la evocación. No es necesario que los pensamientos sean reales, lo importante es que te produzcan sensación de calma y bienestar. Cuanto más te concentres en los detalles, más poderosas serán las imágenes y, por lo tanto, más efectivas.
Puede que solo necesites masajear con las yemas de los dedos las sienes para relajarte. La nuca también es muy efectiva, y para muchas personas un masaje en los pies es infalible. Lo importante es que descubras cuáles son tus puntos de tensión y les dediques unos minutos antes de dormir. Incluso puedes aplicarte en las manos un aceite de caléndula, que solo con el aroma te ayudará a relajarte aún más. Gracias al masaje la relajación es directa sobre las zonas de tu cuerpo que más lo necesitan y que, posiblemente, acumulen una tensión que no te estaba dejando dormir cómo necesitabas. Y, por supuesto, si mientras te das el masaje partes de las dos técnicas anteriores, respirando profundamente y visualizando en positivo, caer en los brazos de Morfeo será cada vez más fácil.