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Daniel y Sor Amparo está absolutamente devastados. La muerte de César les ha dejado rotos de dolor, pero el comandante no piensa quedarse sumido en la tristeza. Su intención es encontrar a los asesinos de su hermano lo antes posible y hacerles pagar por lo que han hecho. Cegado por la ira, el comandante no parará hasta lograrlo.
Después de todo lo ocurrido y viendo el sufrimiento de Daniel, Lucía trata de acercarse al comandante, que, furioso se enfrenta a ella. El policía paga toda su rabia contra ella hasta que finalmente le revela que César era su hermano. "Me mentiste como hacen los delincuentes. Odio a los criminales y esta noche lo único que quiero es que la ley sea mi venganza, que el poder de la justicia caiga sobre los criminales así que quítate de mi vista porque eso también te incluye a ti. No puedo perdonar porque esta noche volvieron a abrirme la herida. Me dejaron sin familia. Mataron a un hombre bueno. Esos malditos traficantes mataron a César Mondragón. Mi sangre, mi hermano", le dice a Lucía, que no es capaz de reaccionar ante esta inesperada noticia.
Completamente devastado, el policía culpa a Lucía de todo lo ocurrido. Si ella no le hubiera mentido, él no se habría marchado de la ciudad y habría podido protegerle. "El fue como mi padre y el pilar que me sostuvo durante años. Si no me hubiera enamorado de ti y no me hubiera dolido tanto que me hubieras engañado, no me habría ido de la ciudad y yo habría estado aquí. Tú eres la culpable", le grita a Lucía. ¿Será capaz ahora de confesarle que ella acompañaba a su hermano en la casa de la playa y que fue testigo de todo lo que pasó?
Poco a poco Daniel empieza a atar cabos y tras recordar que estaba con una mujer en la casa de la playa, le pregunta a, Carlos, el mejor amigo de César si estaba saliendo con alguien. Él debe tomar una decisión. Revelarle que estaba viéndose con Lucía o no. "Ella escapó con los asesinos. Un testigo la vio", le dice, a Carlos, que no sabe qué responder. Confuso, intenta quitarle esa cabeza esa idea de la cabeza. "Estás evadiendo el dolor con la rabia y eso lo único que haces es profundizarlo", dice Carlos, que no tarda en darse cuenta de que la mujer que recogió cubierta de sangre en la carretera era Lucía. Y el retrato robot realizado con el testimonio de Panchito podría llevar a Daniel a la misma conclusión.
Por otro lado, el pen con las imágenes que incriminan a Liliana y a Genaro acaba en poder de la una de las profesoras del colegio de Roxana, que se lo quita al verla jugar con él en el patio del centro. Mientras, la familia Durán están cada vez más cerca de Lucía. Un comentario de una de las monjas del hospital les pone tras la pista a Helena y Vicky.
Gastón interpone una demanda de desalojo contra Consuelo y Vicky y las autoridades se presentan para comunicarles que deben abandonar la casa en menos de 24 horas. Y con ellas fueras, Gastón planea mudarse allí con Nuria, que trata de convencerle para que permita que su hermano se vaya con ellos. La situación es muy complicada, pero Vicky convence a su madre de que se vayan sin mirar atrás después de tener un altercado con Nuria y su padre. Madre e hija lucharán juntas para defender lo que consideran justo.
Poco a poco, las pruebas empiezan a acorralar a Lucía. El testimonio de Panchito, el retrato robot, su encuentro con Carlos cuando huía... Todo la señala y muy pronto Daniel podría descubrir toda la verdad. Si quieres averiguar qué ocurre, no puedes faltar a tu cita diaria con ellos. De lunes a viernes a las 19:30 horas, los nuevos episodios de 'Los miserables'. Solo en Divinity. ¡No te lo pierdas!
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