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Evaluna no fue la primera, no. Pero con su decisión abrió un debate. El hecho de que se comiese la placenta de su hija Índigo tras dar a luz es un tema sobre el que muy pocos se han quedado sin opinar. La mayoría han visto en esto una excentricidad. Pero otros, sobre todo un reducido grupo de mujeres que están a punto de convertirse en madres, se han llegado a plantear hacer lo mismo que la venezolana.
Entre ellas se encuentra Violeta Mangriñán que, aunque desconocía esta controvertida opción de la que nos hizo partícipes Camilo, pareja y padre del bebé de Evaluna, ya sabe lo que hará con la placenta de su hija Gala cuando nazca. Así nos lo ha hecho saber vía stories después de un intenso directo de Instagram en el que sus fans le preguntaron si haría lo mismo que la hija de Ricardo Montaner.
A pesar de su shock inicial (es imposible reaccionar con naturalidad al escuchar el concepto 'comerse una placenta'), la colaboradora de televisión se puso en contacto con su madre, que le animó a conservarla. "Ya he acordado con mi madre que nos vamos a quedar con la placenta. No para comérnosla, sino que ella me la guardará y la enterraremos en el jardín de mi casa nueva", ha compartido con sus casi dos millones de seguidores.
Elvira, su madre, ya lo hizo con uno de sus primos, cuya placenta está debajo de un cerezo de una de las casa familiares. Y parece que Violeta seguirá la tradición llevándola a Valencia, donde está creando un nuevo hogar junto a Fabio Colloriccio. Aunque este sea su plan inicial, Mangriñán ha prometido que seguirá informándose sobre los beneficios de ingerirla en cápsulas (spoiler: no hay evidencia científica de que aporte nada bueno a un ser humano) y, de convencerle los muchos libros y posts escritos al respecto, quizá dar el paso.
Tal y como te explicamos en divinity.es cuando Evaluna y Camilo dieron voz a esta decisión que ya tomaron otras superestrellas como Katie Holmes, Jennifer Lopez, Kim Kardashian o Katherine Heigl, hasta el momento no hay estudios científicos que avalen la placentofagia en personas. Aunque muchos padres y madres la ingieran cocinada o cruda, encapsularla o para beberla en un batido alegando que es una práctica muy habitual en mamíferos, no existe ningún beneficio demostrado.
Mitos hay miles. Todos falsos, según el ‘Royal College of Obstetricians and Gynaecologists’ (RCOG). Unos dicen que aporta un suplemento de hierro después del parto, algo que no está probado. Otros van más allá y aseguran que ayuda a superar la depresión posparto, a aumentar los niveles de energía o a reforzar el vínculo madre e hijo. Tampoco hay pruebas. ¿Decidirá Violeta, a pesar de todo, dar el paso? Apenas quedan semanas para descubrirlo.