¡Elena Furiase y Gonzalo Sierra han vuelto a ser padres! La nieta de La Faraona ha anunciado en sus redes sociales que el pasado 4 de julio ampliaron la familia con una "bonita" niña a la que han llamado Nala. "Estamos felices, ya somos 4", celebraba su nacimiento en una historia de Instagram. "Gracias por vuestros mensajes", estaba emocionada con todas las felicitaciones de sus seguidores.
Tras un espectacular enlace celebrado en Cádiz, el matrimonio pensó que había llegado el momento de ampliar familia. De ahí que tan solo un par de meses más tarde nos llegase la noticia de que ella estaba embarazada y de que Noah, el hijo de tres años del matrimonio, tendría que compartir sus juguetes a partir de este mismo verano. No nos pilló por sorpresa, ya que la pareja ya había manifestado en alguna que otra entrevista un hermanito a su primogénito, aunque querían esperar a que este “fuese un poquito más grande para asumir ese papel de ‘el mayor”.
La buena nueva emocionaba a la actriz, que afrontaba este segundo embarazo “un poco más asustada” que el primero por “el tema de los contagios”. Para evitar posibles riesgos durante la gestación, Elena extremaba las precauciones e intentaba “salir lo menos posible” de casa. Sin embargo, no sirvió para nada. La intérprete daba positivo días después de manifestar su miedo y llegaba a tener episodios de ansiedad al tener la sensación de que se ahogaba. Finalmente, todo quedó en un susto y el coronavirus no revistió gravedad.
En estos meses también ha sacado tiempo para sacar su vena más reivindicativa. El pasado mes de abril, tras mirar varias páginas web de moda en las que se puede encontrar ropa premamá, Elena expuso un patrón del que no se había percatado con anterioridad: la mayoría de las modelos que promocionan este tipo de ropa lo hacen sin estar embarazadas, posando con una tripa falsa para hacer una idea a la clienta de cómo queda dicha prenda puesta en el cuerpo.
"Es muy difícil comprarte algo online cuando ves que está la modelo tan mona, con su bracito tísico […], su pierna superfibrosa y fenomenal, su clavícula, apenas sin pecho y una barriguita muy mona. Eso no es un embarazo normal, eso no nos hace una idea de cómo nos va a quedar el vestido, el traje o el pantalón", aseguraba la actriz, que denunciaba que los cuerpos “90-60-90” no reflejan la realidad del cuerpo de una mujer embarazada.