Si estás embarazada probablemente hayas oído hablar de la cuarentena en el posparto. Pero, exactamente, ¿qué es? Y, sobre todo, ¿qué se recomienda hacer y qué no?
La cuarentena se encuadra dentro del posparto, es decir, ese periodo de tiempo que transcurre entre las seis u ocho semanas después de dar a luz. Una vez que la placenta es expulsada se producen una infinidad de cambios, comenzando por la contracción del útero, los cambios corporales, emocionales, estreñimiento o hemorragias.
Entre los cambios más normales, nos encontramos con la sensibilidad excesiva de los pechos que se volverán dolorosos al tacto debido a la subida de la leche. Además, también puede ser que la mujer sufra de estreñimiento, ya que pueden aparecer hemorroides y si le han tenido que hacer episiotomía tendrá una herida. Los puntos de esta cicatriz pueden ser especialmente dolorosos, sobre todo al caminar o al sentarse. La mujer también podrá sufrir de incontinencia urinaria o de loquios, es decir, flujo vaginal abundante.
Otro de los inconvenientes serán los entuertos. En estos casos, el útero seguirá contrayéndose y estas contracciones cada vez se irán haciendo más intensas. También, habrá que tener paciencia para recuperar el peso anterior al embarazo. Con todo, cada mujer será un mundo.
Durante el posparto deberás llevar a cabo una serie de recomendaciones. Lo mejor será no ponerse a dieta; lo normal será que el cuerpo vuelva a su ser cuando ya haya pasado un tiempo. Durante la cuarentena será muy importante la alimentación. Habrá que comer fruta y verdura, alimentos ricos en fibra, calcio, evitando los dulces y los productos procesados. Tampoco habrá que fumar ni beber alcohol ni hacer ejercicio físico.
En el caso de que te hayan hecho cesárea o tengas una episiotomía, lo más recomendable será utilizar empacadores, sobre todo cuando la mujer esté tumbada. Tampoco el sexo estará recomendado, sobre todo si se producen secreciones vaginales o sangrado.