Es hora de preparar todo el material escolar para la vuelta al cole. Debemos tener a punto los libros de texto, cuadernos, estuche… Y muy importante, la mochila donde va a ir todo ese material cada día al colegio (y de vuelta a casa). Para elegirla hemos de tener en cuenta los gustos del niño, evidentemente, porque va ser quien tendrá que llevarla durante todo el curso. Pero hay otros detalles muy importantes en lo que tendrás que fijarte tú para asegurarte de que cuida la salud de su espalda y es todo lo cómoda que debe ser. Así que no te pierdas esta guía para elegir la mochila de tus hijos en la vuelta al cole.
La mochila, como la ropa, hay que probarla. Elegirla del tamaño correcto es esencial para proteger la espalda del niño, y eso se consigue con una mochila que no sea más grande de lo necesario: por la parte superior no puede superar la altura de los hombros, y por la inferior no puede quedar por debajo de la cintura. De hecho, lo ideal es que quede unos 5 centímetros sobre ella. Si queda por debajo, sin duda es una mochila demasiado grande.
Este es otro detalle de gran importancia. Debemos tener en cuenta que la mochila va a “cargarse” con mucho material escolar a diario, por lo que va a pesar más de lo que nos gustaría. Es más, la recomendación es que la mochila no puede pesar más del 10% del peso del niño. Es decir, si tu hijo pesa 40 kilos, la mochila no puede pesar más de 4, y esto es algo que se supera con demasiada facilidad. Por eso debemos asegurarnos de elegir una mochila lo más ligera posible, para que no añada más peso todavía al niño.
Este es otro de los puntos que está en el top de importancia. Se trata de la parte de la mochila que está en contacto directo con la espalda y los hombros del niño, y debe cumplir ciertos requisitos. El principal es que tanto las correas como el respaldo están acolchados, y que las correas sean ajustables. Y, por supuesto, que se trate de una mochila con dos correas para que el peso quede bien repartido; nada de bandoleras, bolsas o maletines.
En los últimos años se ha popularizado el uso de las mochilas con ruedas, pensando sobre todo en descargar de peso la espalda de los niños. Esto será un acierto siempre que no tenga que tirar de ella durante un largo recorrido, y en este no haya muchos escalones o cuestas. En estos casos los especialistas apuntan a que el riesgo de lesión recae sobre la muñeca y el brazo, y que es preferible optar por la mochila tradicional a la espalda.
Para evitar que la mochila se convierta en un saco sin fondo en el que no sean capaces de encontrar nada, elige una que tenga diferentes compartimentos. Estos, además, deben estar bien distribuidos, para que el peso se reparta de manera equilibrada. De esta manera siempre tendrá a manos sus bolis o los pañuelos de papel, y su espalda estará más protegida.