Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer sufre una infinidad de cambios. Uno de los que más nos llamará la atención será la evolución de la tripa, que irá creciendo a medida que van pasando los meses. Es por eso que, además de la tripa, también nos cambiará la apariencia del ombligo, una parte fundamental de la misma.
Si echamos un vistazo a todos los ombligos que hay en el mundo, nos damos cuenta que hay algunos que son más abultados, otros más salidos y otros aplanados. Lo cierto es que, durante el embarazo, todos tienen la misma función; marca el punto en el que se une el feto con el cordón umbilical. A través de este, se suministrará al pequeño nutrientes, sangre y oxígeno. Es decir, todo aquello que necesitará para desarrollarse dentro del útero.
El ombligo cambiará porque el aumento de tamaño del útero hará presión dentro del cuerpo. Es por eso, que el ombligo cambiará de apariencia. Por tanto, podremos observar un aplanamiento del obligo, un abultamiento o la aparición de una línea oscura o negra.Cabe destacar que el abultamiento del mismo se producirá entre el segundo y el tercer trimestre de embarazo y hará que el ombligo se salga para afuera como si fuera un botón.
A la línea alba se le denominará ‘línea alba’ y aparecerá por los cambios hormonales e irá desapareciendo van pasando los meses de embarazo. Pero, ¿cuándo volverá el ombligo a su sitio?
Lo cierto es que no es algo que deba preocupar a la mujer, porque cada cuerpo es un mundo y el ombligo volverá a su sitio tarde o temprano. Sí que es verdad que en la tripa los tejidos serán más flácidos y, por tanto, costará más que el cuerpo se recupere. Aún así, lo más normal es que vuelva a su forma original después del parto, cuando el útero ya se ha acomodado y ha retomado su tamaño. De esta manera, también irás recuperando tu peso.
Sí que es cierto que, después del embarazo y el parto, podrá darse una hernia umbilical. Entre sus síntomas, se encuentra la sensibilidad o el dolor de abdomen, la presencia de abultamiento o una masa blanda, vómitos, así como dermatitis.
Si queremos evitar que el ombligo se mueva de sitio debemos saber que no existe una fórmula concreta. Para ello, lo mejor será disminuir la tensión sobre el abdomen, evitando coger mucho peso, manteniendo una postura adecuada y realizar ejercicios de intensidad leve o moderada. También, debes saber que la forma del ombligo se podrá cambiar realizando una intervención médica. De la misma forma, habrá que mantener una higiene adecuada con jabones neutros y utilizar crema corporal para mantenernos hidratados.