La importante decisión de Ana Obregón tras tener a su nieta Ana Sandra: "Voy a dejar el luto"

Ana Obregón ha presentado públicamente a Ana Sandra, su nieta e hija de Aless Lequio. Una semana después de que saliese a la luz la noticia de que había tenido a la niña a través de gestación subrogada, la actriz ha concedido una entrevista para contar los detalles del proceso y nacimiento de su primera nieta. También ha salido a la luz a través de la revista Lecturas, la primera imagen y los datos personales de la gestante, una mujer de origen cubano que tiene pareja y dos hijos biológicos.

Cuando a Aless Lequio le diagnosticaron cáncer e iba a comenzar el tratamiento de quimioterapia, los médicos le recomendaron que guardara una muestra de esperma por si quería tener hijos en un futuro y los medicamentos afectaban ese deseo. "Aquel día estábamos en el hospital. Aless ya estaba muy mal y nos dijo que, si algo le ocurría, quería que supiéramos que él quería dejar descendencia en esta vida. Aunque ya no estuviera. Desde ese momento, lo único que me ha permitido seguir viviendo cada día, cada segundo, es cumplir la misión de traer al mundo a una hija de Aless", ha explicado la actriz en una entrevista a la revista ¡HOLA!

La actriz ha contado en sus últimas declaraciones que a raíz de la muerte de su hijo estaba "muy enfadada con Dios" porque le rogó y no le hizo caso. El nacimiento de su primera nieta ha sido para ella "como una reconciliación", es por eso que ha decidido "dejar el luto". Cabe recordar que, en los últimos tres años, simpre hemos visto a Ana Obregón vestida de blanco, un color con el que representaba en luto "en el budismo, en muchas religiones y en muchos países".

La actriz ha vestido de negro siempre, pero en sus apariciones televisivas y en las campanadas optó por el color blanco. Ahora, desde que el pasado 20 de marzo nació Ana Sandra, Obregón ha decidido abandonar el blanco y el negro y dejar atrás el luto que la acompañaba desde la muerte de su hijo Aless.

La actriz está feliz. Tres años después de la muerte de su hijo, Ana Sandra ha sido la ilusión que necesitaba para volver a vivir. Ella misma cuenta en el medio citado anteriormente que ha sido "una batalla, un largo camino" conseguir que el embarazo se produjese, pero que es lo que la ha "mantenido con vida". "Es que si no fuera por esto, yo ya no estaría aquí", reconoce la actriz.

Ahora vive "rodeada de pañales, de biberones, todo rosa, lleno de lazos y oliendo a colonia", algo que describe como "una maravilla". "Además, Aless Lequio era muy niñero y se volvía loco cada vez que veía un bebé. Él me lo dijo: ‘Yo a mi primera hija la voy a llamar Ana, como tú, mami’", ha contado la actriz.