Dejar el pañal es un gran paso para cualquier bebé, y todos lo consiguen más o menos a la misma edad. Pero es habitual que a muchos padres les entre la prisa cuando se acerca este momento, pero es esencial ayudar al bebé a dejar el pañal respetando sus ritmos. Para eso debemos armarnos de paciencia y tener en cuenta los mejores consejos que le ayuden a que el pañal quede en el olvido.
Los niños empiezan a controlar los esfínteres alrededor de los dos años, pero eso no significa que cuando cumpla esa edad haya que retirarle automáticamente el pañal. Puede que esté preparado, pero no tiene por qué ser así. Antes de dar el paso hay que prestar atención a las señales que puedan indicar que nuestro hijo puede controlar esfínteres. Algunos indicadores son:
Cuando esto ocurra, es el momento de poner en práctica estos consejos para que tu hijo deje el pañal. Puede tomarle más tiempo o menos, y puede incluso que tengas que retroceder y volver a ponerle el pañal, pero lo importante es que vayas a su ritmo.
Pasar del pañal al inodoro sin una transición es muy complicado para los niños. Tanto los orinales como los reductores de wc son ese paso intermedio con el que se sienten cómodos y les motiva a dejar atrás el pañal. Si optas por el reductor, añade un escalón o pequeño taburete junto al wc para que pueda subir solo cuando él quiera.
Son como braguitas o calzoncillos, pero sin dejar de ser un pañal. Lo que le aportan al bebé es que se lo puede subir y bajar él solo, sin sentir la presión de no tener que hacerse pipí encima.
Acostúmbrate a llevarle al baño muy a menudo y siéntale en el wc por si quisiera hacer pipí. Si no hace nada no te enfades ni te desesperes; espera un par de minutos y vuelve a llevarle pasado un rato.
En esta etapa es fundamental que la ropa que lleve sea muy cómoda. Lo ideal es que todos los pantalones tengan la cintura con goma, para que se los pueda subir y bajar con facilidad. Además, lleva siempre ropa de repuesto cuando no estéis en casa, porque los “escapes” son muy habituales.
Tu hijo no puede decidir su ritmo madurativo, así que no conviene premiarle ni castigarle por sus avances o retrocesos con el pañal. Claro que es bueno animarle y mostrar alegría cuando consigue utilizar el wc, pero lo mejor que puedes hacer por él es no perder nunca la paciencia y mostrar una actitud positiva.