Cómo decir ‘no’ a un adolescente sin provocar una discusión
Decir que “no” a un adolescente no es sencillo
Y en muchos casos podemos acabar en una discusión
Te damos las claves para que lo consigas sin que se desate el conflicto
Parece que los adolescentes están programados para querer hacer cosas que tienen por respuesta un “no”. Y si decirle que “no” a un hijo siempre cuesta, a partir de cierta edad parece la palabra más corta capaz de generar un conflicto. Si como progenitores pudiéramos pedir tres deseos, posiblemente uno sería descubrir cómo decir “no” a un adolescente sin provocar una discusión.
Lo cierto es que los adultos tenemos más reparo a decir “no” que nuestros hijos a recibir esa respuesta, porque en la adolescencia parecen estar siempre a punto para la confrontación y salirse con la suya es un objetivo muy poderoso. Por lo tanto, es tan común que los padres acaben cediendo como que la conversación termine en discusión.
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En primer lugar tenemos que tener claro que decir “no” es muy positivo para nuestros hijos, siempre que haya motivos para ello. Decirlo no implica no querer a tu hijo, ni tener una actitud egoísta, sino que forma parte de su educación y de su bienestar, como lo ha sido en otros momentos de su vida. Por eso te damos las claves para que puedas decirlo siempre que sea necesario.
Pon límites claros
Cuando nuestros hijos entran en la adolescencia debemos apoyar su necesidad de independencia y reducir límites. Es decir, estos deben ser pocos y muy claros. Así será más fácil cumplirlos, entre otras cosas porque sabrán que estás dispuesta a darles un “sí”, por lo que cuando reciban un “no” entenderán más fácilmente que lo haces por su bien.
Es necesario el porqué
Ya sabemos que lo de “porque lo digo yo” es un fiasco en términos educativos. Y aunque muchas veces estés tentada a dar esa repuesta tras un “no”, te recordamos que es de lo más desacertado. Nuestros hijos necesitan razones, sobre todo para asumir algo que no les gusta o para poder empezar una negociación positiva. Así que no lo olvides: detrás de cada “ no” hay un “porqué” que tus hijos deben conocer, sin entrar en explicaciones largas ni complejas.
Se puede negociar
Si a pesar de tu “no”, tu hijo quiere exponerte sus razones, escúchalas de verdad. Puede que sea posible llegar a un término medio, y eso sería todo un éxito. Y si aún así tu respuesta es firme, sabrá que le has escuchado y que no te has negado de manera automática.
Mantén la calma
Posiblemente, aunque lo pongamos en último lugar, este sea el primer consejo que debes tener en cuenta. Cuando escuchamos una petición de nuestro hijo que nos va a obligar a decirle que “no” se activan las alarmas y podemos ponernos a la defensiva, temiendo una discusión inminente. Si respiras hondo y afrontas el momento desde la calma, tienes muchas más posibilidades de resolver todo con éxito.