¿A qué edad deben aprender a nadar los niños y cómo empezar?

Es muy importante que los niños aprendan a nadar, y eso es algo en lo que coinciden tanto los padres y madres como los expertos en la infancia. Si tienes hijos, sin duda estás de acuerdo con esta afirmación, pero es posible que tengas dudas acerca de cuándo debe aprender un niño a nadar y cómo empezar. Te lo contamos.

¿Por qué deben aprender a nadar los niños?

No te descubrimos nada nuevo si te decimos que la natación es un ejercicio muy completo y que la actividad física es esencial para el desarrollo saludable de los niños. Solo pensando en esto ya podríamos poner en nuestra lista de prioridades que nuestros hijos aprendan a nadar. Pero, además, y esto sí es importante, nadar es una disciplina de supervivencia que puede ayudar a nuestro hijo a salvar su propia vida si hay riesgo de ahogamiento e, incluso, salvar la de otra persona. Dicho esto, no queda ninguna duda acerca de la importancia de la natación para los niños. 

¿Cuándo deben empezar a nadar?

No hay una edad exacta en la que un niño deba saber nada, aunque parece haber acuerdo por parte de los expertos en que a los cuatro años todos los niños están preparados para aprender a nadar. Aún así, es posible que aprendan a nadar antes. De hecho, lo ideal es que sepan nadar lo antes posible y la edad que se plantea es un año. 

Aunque aprendan a nadar, siempre hay que tener en cuenta la edad del niño. Por ejemplo, a los cuatro años lo esperable es que puedan flotar, buscar una salida y patalear, algo esencial para la supervivencia. Entre los 5 y 6 años, ya pueden aprender estilo de natación sencillos como el crol. 

¿Cómo enseñar a nadar a un niño?

No nos vamos a engañar: llevar a nuestro hijo a clases de natación para que aprenda a desenvolverse en el agua con profesionales es, posiblemente, la mejor opción. Pero en los meses de verano, si tenemos acceso a una piscina, también podemos ayudar a nuestros hijos a que aprendan a nadar. Para ello, te dejamos algunas recomendaciones: 

  • Lo más importante es que el niño se sienta seguro, así que entra con él en brazos al agua las primeras veces. 
  • Llévale por el agua y anímale a patalear y a mover los brazos. 
  • Cuando se animen a estar solos en el agua, proporciónale un churro de natación que le sirva de soporte.
  • Cuando empiece a estar seguro para nadar, sepárate de él distancias cortas para que te alcance.

No olvides que no hay que presionarle y lo más importante es la seguridad. Si no te ves capaz, no dudes en llevarle a clases de natación.

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