Susanna Griso recuerda el proceso de adopción de su hija Dorcette: "Fue una bocana de aire fresco en mi vida"

Susanna Griso fue madre por primera vez hace veinte años de Jan, su primer hijo en común con Carles Torra. Un año después llegó Mireia y cuando sus dos hijos biológicos se hicieron más mayores, la presentadora y su exmarido decidieron adoptar a Dorcette, la pequeña de su familia que tiene actualmente once años. De todos ellos y de Koudus - su proahijado que tiene 20 años - ha hablado en Dramma Queen, elpodcast de Pilar Vidal en ABC.

La presentadora de Espejo Público ha comenzado diciendo que Koudus "vuela solo". Actualmente está pluriempleado y tiene la misma edad que su hijo mayor. "Es muy trabajador y su gran ilusión es adoptar un niño en Ghana y traérselo el día de mañana", ha contado en su charla con Pilar Vidal. Jan, su hijo biológico, está actualmente estudiando en Francia y, en palabras de su madre, "es un chico impresionante con la cabeza muy bien amueblada".

Mireia, que nació un año después que su hermano, vive actualmente con Susanna y está estudiando Filosofía, Derecho y Economía. Junto a ellas vive también Dorcette, la pequeña de la familia que tiene once años y a la que el matrimonio adoptó cuando tenía cinco.

La presentadora ha contado que siempre tuvo muy claro que quería adoptar. Sin embargo, primero llegó Jan, justo después Mireia, y los encargados de los trámites de adopción le dijeron que era recomendable esperar a que sus hijos biológicos fuesen más mayores. "Lo empecé ocho años antes de que me asignases un niña, se alargó mucho el trámite", recuerda.

Tras esperar el tiempo recomendado, Susanna quiso adoptar en Etiopía, después la derivaron a Costa de Marfil y debido a una guerra civil en el país el proceso de retrasó mucho más de lo que esperaban. Por todo ello, el entonces matrimonio se puso una fecha que, en caso de cumplirse, abandonarían el proceso de adopción. Sin embargo, unos meses antes de llegar a su límite, recibieron la llamada y viajaron a Costa de Marfil para conocer a su hija.

"Fue una de las experiencias más bonitas de mi vida porque además decidimos ir a Costa de Marfil con sus hermanos mayores. Fue muy bonito que ellos también viesen las circunstancias en las que ella estaba viviendo. Yo creo que les convirtió en personas mucho más empáticas y ayudaron mucho, a mí me ampararon mucho en la adopción, ellos y su padre, evidentemente, y fue muy muy bonito", ha asegurado sobre cómo lo vivió toda la familia.

Susanna asegura que, en una familia tan racional como la suya, la llegada de ese "genio africano que te lo baila todo" ha sido muy importante. "Cuando se enfada se enfada y cuando está contenta es muy ruidosa... Para mí ha sido una bocana de aire fresco en mi vida. A mí me ha desmelenado bastante", ha contado la presentadora.

Griso siempre ha sido "muy feliz" cuando ha sido madre y es el mismo sentimiento que experimentó con la adopción. "Yo estaba muy nerviosa, en una salita del orfanato, y cuando apareció... se me pegó. Desde entonces, ha sido una conexión inmensa. Se adaptó muy bien. Se produjo un apego muy fuerte entre las dos. Se paso dos años pegada a mi a todas horas y luego ya se fue soltando", ha recordado.