Es muy útil que los niños conozcan la dirección de sus casa y números de teléfono que son importantes, como los de sus padres. No es necesario esperar a que sean mayores para que aprendan esta información, ya que puede serles de mucha utilidad si tienen que actuar en caso de emergencia. Para que memoricen correctamente estos datos, no hay nada como la repetición a diario. No hay que invertir mucho tiempo y en pocos días seguro que lo aprenden. Además, puedes hacerlo más ameno y divertido, al tiempo que refuerzas la memorización, con actividades como las que te proponemos a continuación.
A los niños les encanta hacer manualidades y que en ellas, además, aparezca su casa. Utiliza una caja de zapatos o una de cereales para hacer en ella vuestro edificio. Dibujad el portal y las ventanas y cualquier otro detalle que pueda ser relevante. Lo más importante será poner el número del portal, destacar el piso en el telefonillo y en la fachada que esté escrito el nombre de la calle. Una vez hecha os puede servir para repasar la dirección en cualquier momento de manera visual.
Los mapas son otra de las debilidades de los niños, y para esta finalidad podéis hacer uno del vecindario. Dibujad en él vuestra calle, poniendo el nombre, y señalad vuestro portal y piso. Para hacerlo más ameno, dibujad también los sitios relevantes que hay cerca: colegio, panadería, la casa de algún amigo…
Para que tu hijo pueda marcar un número de teléfono sin equivocarse en caso de necesidad, no hay nada mejor que practicar con un teclado. Puede ser con un teléfono de juguete, con uno que tengas en casa y ya no funcione o con uno que hagáis de cartulina. Si marca ahí vuestros números de teléfono le costará menos memorizarlos. Además, podéis jugar a que desde el teléfono de un progenitor llame al otro, marcando los números y escuchando el sonido de línea y llamada.
A los niños les encanta aprender mediante canciones y de hecho son muy utilizadas en el colegio y la guardería. Piensa en una melodía que conozcas y que sea sencilla para que la letra sea la dirección de la casa. Haz lo mismo con los números de teléfono y verás qué poco tarda en aprendérselos.