Gulas durante el embarazo: ¿puedo consumirlas?
Las gulas son un alimento muy común en cualquier comida o cena
Estas tienen una infinidad de beneficios y son ricas en varios nutrientes
Pero, ¿se podrán tomar si estás embarazada?
Las gulas son un alimento muy rico, nutritivo y muy común en nuestras comidas y cenas. Sí que es cierto que no se trata de un alimento de origen natural, aunque sí que contiene un alto porcentaje de pescado. Pero, ¿se podrá ingerir durante el embarazo?
Cuáles son los beneficios de tomar gulas
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Las gulas se elaboran a raíz del surimi, es decir, las proteínas musculares del pescado blanco. Así, esta zona se desmenuza y se combina con otras sustancias hasta obtener una pasta más gelatinosa. Luego, se suman otros aditivos como clara de huevo, almidón, fécula, harina de trigo, proteína de soja o aceites vegetales. Se suele utilizar el abadejo para hacer el surimi de las gulas, aunque también se podrá usar bacalao, jurel, caballa o calamar. Eso sí, el abadejo procede de los mares de Alaska, que se encuentra entre los menos contaminados del mundo. Por tanto, su toxicidad será más baja.
Por ello, las gulas sí estarán recomendadas durante el embarazo, ya que están hechas de pescado cocinado. Además, sus beneficios nutricionales serán muy parecidos a los pescados de los que se elaboran. También, aportará algunos nutrientes como el huevo y la soja, que serán naturales y proteicos.
De la misma forma, se trata de un producto que se digiere con cierta facilidad. Por tanto, se convertirán en un buen aporte de proteínas saludables y tienen un contenido graso bajo. Eso sí, no son tan ricas en Omega 3 como los pescados azules.
Qué aspectos deberemos tener en cuenta
Sí que es cierto que debemos que tener en cuenta algunas consideraciones si queremos consumir gulas. Así, habrá que saber que tienen huevo, por lo que no estarán recomendadas para aquellas personas que tengan alergia o intolerancia al huevo. También, contendrá soja. Lo más recomendada será consumir aquellas que vengan en latas o envases en conserva que estén sin refrigerar, para asegurarnos que se hayan esterilizado y pasteurizado. Tampoco deberás sustituir el pescado por las gulas. Así, habrá que consumir una combinación de pescados blancos y azules para recibir la cantidad de Omega 3 recomendada.