La lactancia materna puede ser una gran experiencia, pero implica un aprendizaje para asegurar el buen agarre del bebé al pecho o encontrar buenas posturas para que amamante. La paciencia y el buen asesoramiento son la clave de una lactancia exitosa, y estas 11 posiciones para dar el pecho te ayudarán a conseguirlo. No tienes por qué poner todas en práctica, ni mucho menos, pero sí conocer diferentes posibilidades que os proporcionen comodidad a ti y al bebé, favoreciendo el flujo de la leche materna.
Esta es la posición más habitual y la que más madres eligen, además de ser la que se da cuando el bebé acaba de nacer y la madre lo coloca sobre su tripa para que, instintivamente, se enganche al pecho. Puede ser tumbada o reclinada si utilizas cojines o almohadas como apoyo en la espalda.
No es una posición especialmente cómoda pero sí muy popular. La madre se siente en posición vertical y coloca la cabeza y el cuello del bebé en su antebrazo, con el cuerpo cayendo sobre su estómago. Para mejorar esta posición son muy útiles los cojines de lactancia, que evitan que la espalda y los brazos acumulen más tensión de la necesaria.
Se parece mucho a la posición anterior, pero con el bebé descansando en el antebrazo contrario, de tal manera que la madre tiene una mano libre para sujetar el cuello del bebé y acercarle la cabeza al pecho.
Esta posición resulta muy cómoda para las madres que han dado a luz por cesárea, ya que el bebé no se apoya sobre la herida. La madre está sentada y el bebé se apoya en su costado, con los pies hacia atrás y la cabeza en dirección al pecho.
Esta posición es ideal para madres con gemelos o mellizos. Es igual que la anterior y permite la lactancia en tándem, dejando las manos más o menos libres y sin que haya presión sobre el vientre.
Esta postura es ideal para las tomas nocturnas, ya que la madre y el bebé permanecen acostados, uno junto al otro y con las tripas en contacto. La única precaución que debe tener la madre es no quedarse dormida mientras le da el pecho al bebé para evitar el riesgo de aplastarle.
Es complementaria a la anterior. La madre está tumbada y tiene el cuerpo del bebé sobre el hombro. En esta postura se evita soportar el peso del bebé sobre la herida.
En esta posición el bebé se sienta a horcajadas sobre los muslos o las caderas de la madre, manteniendo una posición vertical. Es muy cómoda cuando el bebé padece infección de oído o si sufre de reflujo.
No es una postura cómoda en un principio, pero puede ser de gran ayuda en caso de mastitis, aunque sea por un corto espacio de tiempo. La madre debe ponerse de cuclillas sobre el bebé, que está tumbado, y acercarle el pezón a la boca.
Cuando el bebé va en la mochila portabebés se le puede dar el pecho perfectamente, sobre todo cuando ya es capaz de sujetar la cabeza por sí mismo. Puede que también te resulte cómoda la mochila para dar de mamar dentro de casa en algunas ocasiones.
Esta posición se recomienda cuando el bebé es prematuro o tiene un tono muscular bajo, ya que permite una buena sujeción. La madre debe coger la mandíbula del bebé con el pulgar y el índice sobre sus mejillas, al tiempo que con la otra mano hace una forma de U con los dedos bajo el pecho.