¿Por qué es tan importante la vitamina D para los bebés?
La vitamina D es esencial para el correcto crecimiento del bebé
Se pauta un suplemento desde las primeras semanas de vida
Ya que su carencia puede tener graves consecuencias en su desarrollo
Cuando nace un bebé una de las principales preocupaciones de su madre es que se alimente debidamente, ya que debe estar bien nutrido para crecer y desarrollarse correctamente. Además, es esencial que el bebé tome vitamina D a diario, para lo que se receta un suplemento, ya que la leche materna no contiene esta vitamina. Te contamos por qué es tan importante administrarla al bebé y qué consecuencias tiene para él su déficit.
¿Por qué los bebés deben tomar vitamina D?
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La vitamina D es esencial en cualquier etapa de la vida, porque desempeña la importante función de ayudar al organismo a absorber el calcio. Y el calcio, como ya sabrás, es el mineral encargado de fortalecer los huesos y mantenerlos sanos. Por lo tanto, para que el bebé crezca y se desarrolle de manera saludable, es imprescindible que sus niveles de vitamina D sean los adecuados. La vitamina D también ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, disminuyendo el riesgo de padecer enfermedades crónicas. Además, cuida de la salud del corazón.
Los riesgo de un déficit de vitamina D
Hablamos de los beneficios de la vitamina D, pero en realidad a lo que debemos prestar atención es a los riesgos que tiene para el bebé no tomarla. Su déficit puede causar baja estatura y raquitismo, una enfermedad rara que causa el debilitamiento de los huesos, encorvamiento y debilidad. Cuando la carencia de vitamina D es grave, los problemas aumentan, y pueden ocurrir los siguientes trastornos:
- Curvatura extrema de las piernas
- Que una pierna esté más curvada que otra
- Dificultad para respirar
- Convulsiones
Además, la carencia en la infancia de vitamina D puede ser la causante de enfermedades graves que se desarrollan cuando el niño crece o en la edad adulta:
¿Hasta qué edad deben tomar suplemento de vitamina D?
Según la Asociación Española de Pediatría, la cantidad recomendada de vitamina D para los bebés menores de un año es de 400 UI al día. Se empieza a administrar en las dos semanas de vida y se continúa hasta que se considera que puede recibir esta vitamina de su alimentación y de la exposición saludable al sol. No obstante, la mejor opción es consultar con el pediatra qué cantidad de vitamina D necesita tomar tu bebé según el tipo de alimentación que reciba, teniendo en cuenta que la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida.