Ana Obregón no para desde que nació su nieta Ana Sandra, la hija póstuma de Aless Lequio. En una entrevista a la revista ¡HOLA!, la presentadora ha contado que no va al gimnasio y no hace nada más que estar "24 horas con Anita". "Yo pensaba que por la edad acabo agotada porque, claro, es muy diferente. Yo con Aless trabajaba catorce horas al día, tenía una persona que lo cuidaba todo el tiempo, obviamente, porque no se puede dejar a un bebé solo en casa. Pero es que con Anita yo me levanto a las seis y media para darle al biberón y luego a las siete me pongo ya a hacerle el puré para cuando coma, ¡y se hace la hora de comer y sigo en pijama!", ha contado sobre su día a día desde que está al cuidado de la menor.

La atención de Ana Obregón con Ana Sandra es total ya que, como solo tiene un año y ocho meses, todavía no va al colegio. Eso pasará cuando cumpla los tres años y, aunque todavía queda tiempo, la presentadora ya tiene claro lo que quiere hacer cuando llegue esa etapa a la vida de su nieta. Obregón quiere que la hija de Aless Lequio vaya al mismo colegio que fue él: "Sí. Ya he hablado con ellos. Lo que pasa es que, claro, es a partir de los tres años, y Anita cumple el 20 de marzo".

La presentadora ha contado que a su nieta "le encantan los niños" y que, cuando se encuentra con niños de su edad por la urbanización, todos se sorprenden de lo alta que es. "Anita tiene un año y medio y lleva ropa de niña de tres años. Porque se ha salido del percentil. Mide 90 centímetros", ha explicado al medio citado.

Esto es algo que ha heredado de su padre, ya que Aless Lequio medía 1,96 cm. "Va a set top model. Imagínate. Y ya me ha dicho el pediatra que ella medirá 1,77. Y también ha salido artista: le encanta que la aplauda, le encanta el piano. Lo toca con las dos manitas así, 'ta, ta', aporreando el piano. Si le preguntas: "¿Cómo te llamas?", dice: "Ana". "¿Y cuántos años tienes?", y te dice: "Uno". "¿Qué color es este?". "El rojo 'red'". La verdad es que ha empezado a hablar muy pronto. Sabe los colores en inglés y es imposible. Dice mi pediatra que no ha visto nada igual en 30 años de profesión", ha dicho orgullosa Ana Obregón sobre cómo está creciendo su nieta.

En cuanto al carácter, Obregón dice que su nieta, que la llama "mami", es una "mandona". Por ahora no quiere explicarle a la niña lo que ha pasado, pero espera hacerlo cuando sea más mayor. "A mí que me llame como quiera, pero que sepa que estoy en su vida y que voy a estar a tope", ha asegurado.

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