El pasado mes de julio, en una entrevista a este medio (que puedes ver en este vídeo), Dulceida nos comentaba su opinión sobre mostrar o no a los menores en redes sociales. La influencer, que le faltaban unos meses para dar a luz a su primera hija con Alba Paul, se sinceraba al decir que le parecía "fatal" que le preguntase si iba o no a enseñar el rostro de su hija públicamente. "Yo haré lo que me de la gana. Si ya lo hacen (te critican), cuando vas a ser madre es peor. Yo no me metería nunca en nada, no soy nadie para meterme en eso ¿Nosotras qué haremos? No lo sé todavía, vamos a ir fluyendo. Si haces una cosa te critican y si haces otra también. Vamos a hacer lo mejor para ella, la vamos a proteger al máximo", dijo en aquel momento.

Desde su nacimiento, que fue el pasado 15 de octubre, Dulceida y Alba han preferido no mostrar abiertamente el rostro de la pequeña Aria. La pareja sí que ha compartido imágenes de ella, pero protegiendo siempre su identidad. Sin embargo, con motivo de la Navidad, ambas han compartido un posado familiar en el que enseñan, por primera vez, la cara de la menor. "Nuestra primera Navidad. Felices fiestas, preciosis", escribían en su cuenta de Instagram.

La publicación se ha llenado de comentarios de los seguidores de la pareja. Muchos de ellos han considerado "un regalazo" que mostrase el rostro de la menor con aquellas personas que les siguen en redes desde hace años, y han querido darles las gracias por ello. "Qué belleza", "Es la cosa más linda que he visto", "Es Alba", "La nena es preciosa, tiene un aire a Alba", "Se parece a Alba", "La boca y toda ella igual a Alba", han sido algunos de los mensajes más repetidos.

Hace unos días, Dulceida contó que estas son sus primeras navidades como madre y que espera que a su hija le encanten estas fiestas para poder "decorar juntas" cuando sea un poco más mayor. "Estamos un poco sorprendidas las dos, porque creo que lo estamos llevando muy bien y estamos muy felices, muy enamoradas de la peque y es que es increíble, es una locura también (...) Lo más fácil es mirarla y tenerla y verla y yo, por ejemplo, tengo muy mal humor por las mañanas, pero ahora no, porque la cojo y se me pasa todo. Entonces, eso es lo mejor, sin duda. Para mí lo más difícil es cuando llora mucho. Es como, pobre, ¿sabes? Porque tiene un poco de gases y entonces es como, pobre, pobre. Eso es como lo peor, el cansancio y todo también, pero verla cuando llora, lo peor", contó sobre sus primeros dos meses experimentando la maternidad.

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