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Jugar al aire libre será muy beneficioso para los más pequeños, por eso, cuando llega el buen tiempo, muchos padres deciden salir con sus hijos a disfrutar de la naturaleza. Esto tendrá una infinidad de beneficios para los más pequeños. Así, jugar con el barro, trepar a un árbol o experimentar con la arena y el agua será algo muy placentero y de lo que no se olvidarán.
El contacto con la naturaleza ofrecerá una infinidad de beneficios para el desarrollo de los más pequeños. Pero, ¿cuáles serán sus ventajas? Entre ellas, nos podremos encontrar con que los niños y las niñas que juegan al aire libre son más activos físicamente. Esto se relaciona, de forma estrecha, con la prevención de la obesidad, enfermedades cardiacas, diabetes, así como otros problemas de salud.
Aquellos pequeños que acuden a escuelas infantiles con un jardín natural muestran unos menores niveles de estrés y una mayor capacidad de atención, en comparación con aquellos pequeños que asisten a escuelas con pocos elementos naturales. De la misma forma, aquellos niños que se hayan diagnosticado con TDAH experimentarán una mayor reducción de los síntomas después de haber pasado un tiempo en la naturaleza. Y los pequeños que disfruten del aire libre tendrán unas habilidades motoras más avanzadas.
Esto está muy relacionado con el desarrollo de una mayor autoestima y un autoconcepto positivo. También, el tiempo libre aumenta los niveles de vitamina D, lo que supondrá un beneficio para el desarrollo del sistema locomotor y del inmunológico. Participar en actividades relacionadas con el cultivo y la cosecha harán que se mantenga un estilo de alimentación más saludable a lo largo de su vida.
De la misma forma, los niños y las niñas que juegan al aire libre podrán desarrollar juegos más creativos y requerirán un papel más activo. Desarrollarán una mayor conciencia, razonamiento y habilidades de observación. Por tanto, disfrutar de la naturaleza y del tiempo libre en el exterior será una gran ventaja para toda la familia y, especialmente, para los más pequeños.
Pero, ¿cuáles son las mejores ideas para realizar estos planes? Una de las mejores ideas será el juego del pañuelo, en el que habrá que formar dos equipos, con cuatro jugadores en cada uno. Cada miembro se deberá identificar con un número y el niño debe cada equipo deberá salir corriendo a por el pañuelo y regresar al punto de partida.
Otra buena opción será dar un paseo en bicicleta o con patines. Así, un buen parque, una gran plaza o un paseo marítimo serán los mejores lugares para disfrutar de esos días en familia. Además, podrá practicarse por todos los miembros de la familia al mismo tiempo y hará que esto se vuelva más divertido.
Un juego que suele gustar mucho en familia será la carrera de sacos. Para prepararlo, habrá que coger tantos sacos como jugadores. Además, habrá que fijar una línea de salida y llegada y la competición hará el resto. De esta forma, la diversión estará asegurada y se podrá utilizar incluso con fundas de almohadas.
Otra buena actividad será visitar una granja escuela. En los alrededores de las grandes ciudades podrás encontrar una infinidad de opciones y el niño podrá realizar actividades con animales y en medio de la naturaleza. También, los niños aprenderán a hacer todos los trabajos que se realizan en una granja tradicional y participar en el cuidado de sus propios animales.
Para disfrutar en familia se podrá pasar una noche en un camping. De esta forma se podrán realizar otras actividades, como puede ser montar la tienda, organizar el espacio, preparar la comida o disfrutar del entorno. El camping permitirá salir de la rutina y reforzar la cohesión de toda la familia mientras disfrutáis de aire fresco. Para aprovechar esos días de camping, también podréis observar las estrellas gracias a un telescopio, donde se podrá descubrir estrellas y constelaciones. Además, en estos lugares también podrá haber actividades como la tirolina, donde los más pequeños se aventurarán en nuevas experiencias.