Durante el embarazo, nuestro cuerpo se ve claramente modificado. Así, será normal que se formen las llamadas varices vasculares, que son una dilatación de las venas superficiales que suelen estar acompañadas de una coloración normalmente muy visible en la piel y localizarse en las extremidades inferiores, es decir, en la zona de las piernas. También, es normal que aparezcan arañas vasculares, que son unas pequeñas venitas superficiales o capilares que se ven en las piernas y que se tintan en color azul oscuro o lila.
Esto sucede porque para facilitar el desarrollo y el crecimiento del bebé, el torrente sanguíneo de la madre puede aumentar un 40 o un 50 por ciento durante los meses de gestación. Este cambio suele afectar a todo el sistema circulatorio y, sobre todo, a los vasos sanguíneos que sufren una dilatación que provoca diversos problemas como las varices o las arañas vasculares.
Estas marcas suelen tener entre 0,5 y 1 mm de diámetro de color rojizo y con forma de araña que aparecen al dilatarse pequeños capilares y vasos superficiales de la piel. Además, aparecen con más frecuencia tanto en la parte superior del cuerpo, como la cara o el cuello, o el tronco, las manos o brazos.
Las arañas suelen aparecer entre el segundo y el quinto de mes de embarazo y son más comunes en mujeres que tienen la piel más clara. Además, están presentes en el 67 por ciento de las embarazadas y en el 90 por ciento de casos desaparecen solas en los tres meses siguientes al parto.
La causa principal será el aumento del volumen sanguíneo en un 50 por ciento y la dilatación de los vasos sanguíneos debido a los cambios hormonales. Además, el crecimiento del útero también generará presión en las venas. Existen otros factores que harán que se sufra de este problema en la piel, como puede ser la genética, permanecer sentada o de pie más de cuatro horas al día, tener sobrepeso u obesidad y padecer alguna infección del sistema circulatorio.
Especialmente durante la gestación, habrá que cuidar mucho la salud y habrá que evitar cambios bruscos de frío-calor o la exposición excesiva al sol. De esta manera, se podrá reducir el riesgo de padecer esta complicación. También, será recomendable seguir una serie de consejos para evitar su aparición.
Lo mejor será usar crema de protección solar con un factor alto y evitar la exposición prolongada al sol. De la misma forma, habrá que utilizar ropa cómoda y holgada, hacer ejercicio de manera regular y evitar permanecer demasiado tiempo sentada o de pie.
Será recomendable mantener las piernas elevadas, usar medias de compresión y controlar el aumento de peso. Por tanto, durante el embarazo, será muy importante cuidar la salud y seguir una dieta equilibrada, así como moverse y hacer deporte. Eso sí, siempre teniendo en cuenta el propio estado, comprendiendo que se está gestando un bebé.
Respecto al tratamiento, la mayoría de mujeres no necesitarán uno específico, ya que desaparecerán por sí solas tras el parto. En el caso de que esto no suceda, siempre se podrá optar por tratamientos de medicina láser o electrocoagulación, aunque se aconseja llevarlos a cabo cuando la mujer decidida no quedarse embarazada. Entre los principales tratamientos estéticos que nos podemos encontrar, los más populares son la escleroterapia, el sistema de sellado o los tratamientos láser percutáneos.
La escleroterapia es el tratamiento más común para las venas varicosas y las arañas vasculares más pequeñas. Por su parte, el sistema de sellado solamente sirve para las venas que están debajo de la superficie de la piel. Así, las venas más profundas podrán tratarse con esta opción y la vena estará sellada utilizando un tipo de adhesivo.
Además, en la mayoría de ocasiones, las arañas vasculares no suelen generar problemas, pero, a veces, las más grandes pueden causar problemas de salud como llagas, úlceras cutáneas o, en los peores casos, una trombosis venosa profunda. Esto puede generar un bloqueo en los pulmones, llamado embolia pulmonar y que puede dificultar la respiración, acelerar el ritmo cardiaco y generar dolor en el pecho.