La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que afecta a las articulaciones. Estos trastornos autoinmunes tienen lugar cuando los anticuerpos atacan el tejido sano por error en cualquier parte del cuerpo. En este tipo de afección, el sistema inmune lo que hace es atacar el revestimiento de las articulaciones. Esto puede causar hinchazón, inflamación, enrojecimiento, dolor y daños en los cartílagos y en los huesos. En raras ocasiones suele afectar a otros órganos, como los pulmones o los vasos sanguíneos. La artritis reumatoide suele durar toda la vida y, además, pueden sentirse bien durante un periodo de tiempo, pero sí que es cierto que podrá padecer los síntomas en otros momentos.
Con frecuencia, los tratamientos que se recomiendan para tratar la artritis ayudan a prevenir y aliviar los síntomas. No se conocen las causas de este padecimiento, al igual que el de otras enfermedades autoinmunes. Eso sí, una persona puede heredar ciertos genes que le harán más propensa a desarrollar uno de estos trastornos. Los virus podrán ayudar a disparar el trastorno de las personas que tienen estos genes. Además, son las mujeres las que tienen más trastornos autoinmunes que los hombres. Lo más probable es que la artritis se desarrolle durante los años fértiles y puede afectar durante el embarazo. Eso sí, las mujeres con artritis suelen tener unos meses de gestación tranquilos.
También, habrá mujeres que no tengan esta enfermedad autoinmune, pero sí desarrollen artritis durante el embarazo. Las articulaciones doloridas serán muy frecuentes durante esas semanas de gestación, sobre todo durante el último trimestre, debido la dificultad de movimiento. También, influirá el aumento de peso. Los síntomas de la artritis son variados, entre los que podemos encontrar, dolor, enrojecimiento e hinchazón de las articulaciones. Las muñecas y las articulaciones de los dedos son las que más suelen verse afectadas. También, este tipo de afección está caracterizada por la rigidez, especialmente durante la mañana o después de una larga siesta. Además, la mujer podrá sufrir cansancio y fiebre ocasional.
La artritis puede ser difícil de diagnosticar. Para ello, los médicos realizarán varias pruebas como un examen físico, un análisis de sangre para comprobar los anticuerpos que se asocian a la artritis y radiografías para comprobar el daño de las articulaciones. Sí que es cierto que los síntomas podrán ser especialmente grave, sobre todo si la columna vertebral y las articulaciones están sometidas a esfuerzos debido al sobrepeso. La artritis que se desarrolla durante el embarazo tendrá una duración transitoria, aunque podrá alargarse hasta el momento de la lactancia. Aún así, en el Congreso anual europeo de reumatología se presentó un estudio que afirmó que las madres que amamantan a su bebé tienen menos posibilidades de desarrollar artritis, que las que no lo hacen. Por tanto, la lactancia materna no solamente favorecerá al niño, debido a sus altas propiedades, sino también a la madre.
Este dolor articular, que sufren las mujeres embarazadas, se deben a cambios estáticos que pueden causar dolor en la columna vertebral, los músculos y las articulaciones. A medida que pasan los meses, lo más normal es que la mujer desarrolle una fuerte lordosis, una curvatura fisiológica en la columna, y la movilidad de las articulaciones vertebrales, que disminuye. También, la retención de líquidos puede ser un desencadenante del dolor articular, ya que muchas mujeres experimentan entumecimiento o dolor en las manos y en las muñecas.
Para tratar la artritis, fuera del embarazo, lo más normal será que los médicos recomienden un tratamiento como antiinflamatorios, medicamentos para la malaria, corticosteroides e inmunodepresores. Eso sí, si estás embarazada, lo mejor será que sea un especialista quien te indique lo que debes tomar. Las mujeres con artritis reumatoide tienen las mismas probabilidades que las mujeres que no padecen esta enfermedad de tener un embarazo totalmente sano y un bebé saludable. Aún así, sí que podrá haber cierto riesgo en un parto por cesárea y de tener un peso más reducido al nacer. La mayoría de mujeres con artritis reumatoide, que están en estado de gestación, tienen síntomas más leves sobre el segundo o el tercer trimestre.
Estas suelen experimentar un rebrote a los tres meses de dar a luz. Además, las mujeres embarazadas que sufren de esta enfermedad autoinmune deben ser atendidas por su reumatólogo, junto con el obstetra, para que se ajuste la medicación a sus necesidades. Para aliviar el dolor de la artritis, lo mejor será aplicar dolor, que liberará tensiones y tendrá un efecto beneficioso sobre los músculos. También, las mujeres embarazadas necesitarán descansos regulares y quedarán prohibidos los grandes esfuerzos o el trabajo físico. Algunos ejercicios físicos aliviarán el dolor de la espalda y de las articulaciones. Además, por la noche, lo ideal será utilizar un cojín de lactancia entre las piernas y acostada de lados, para descansar la zona de los músculos y los ligamentos.