Por norma general, la graduación del ojo se estabiliza entre los 20 y los 25 años. A partir de ahí, rara vez aumentan las dioptrías, y por eso no se recomienda que los pacientes se sometan a una operación para corregir el problema visual hasta haber alcanzado esta edad. Ahora bien, ¿qué pasa con las embarazadas? Casi todos hemos escuchado alguna vez que, durante la gestación, las dioptrías pueden aumentar. ¿Es esto cierto o se trata de un mito? Y, en caso de ser verdad, ¿es irreversible? En Divinity.es respondemos a estas preguntas.
Lo cierto es que sobre esta afirmación, tantas veces tomada como verdad universal, no hay muchos estudios. Algunos análisis, ya antiguos, aseguraban que durante el embarazo y la lactancia las mujeres miopes podían ver aumentada su graduación, debido a una retención de líquidos que, entre otras zonas, afecta a la córnea y al cristalino. Según informan desde la aseguradora y proveedora de servicios de salud Sanitas, “el 10% de las mujeres miopes gestantes registra un aumento de entre media y una dioptría en el transcurso del embarazo”.
La mayoría de ellas, informan, recuperan “la vista perdida” después del parto, pero un 20% mantiene el aumento de dioptrías. De acuerdo a la información compartida por la aseguradora, “esta probabilidad aumenta con el número de dioptrías que se tienen”. Por ello, se recomienda que las mujeres miopes embarazadas se sometan a una revisión ocular durante la gestación, para controlar la patología.
Así mismo, las mujeres que usan a diario lentes de contacto pueden ver reducida durante el embarazo su tolerancia a las mismas; quizás tengan que recurrir a las gafas durante el embarazo. En el caso de las personas diabéticas, la visión borrosa suele ser un indicador de altos niveles de glucosa. Es importante mantener controles periódicos, ya que un 30% de las mujeres diabéticas desarrollan una retinopatía diabética durante el embarazo, según el grupo de investigación oftalmológica Oftalvist.
Según un estudio de la Universidad de Navarra, del que se hace eco la clínica oftalmológica Villoria, las dioptrías no solo no suben durante el embarazo, sino que pueden verse reducidas. Los investigadores analizaron una muestra de 3.200 mujeres embarazadas y las compararon con otras 7.000 de su edad que no lo estaban, para concluir que en el primer grupo aumentaban menos las dioptrías que en el segundo.
¿Cómo explicaban esto? Para los autores del estudio, la clave estaba en las horas que las mujeres embarazadas o con niños pequeños pasaban al aire libre, casi 7 horas semanales de media, frente a las 5,2 horas de las que no estaban embarazadas. Esto, sumado a las horas que las segundas pasaban trabajando de cerca o con un ordenador, podría explicar las conclusiones de la investigación.
¿Quiere decir esto que las dioptrías no suban durante el embarazo? No. Lo que muestra es que el hecho de que estén embarazadas evita que estén sometidas a unas condiciones en las que sus dioptrías pueden aumentar. En el rango de edad entre los 20 y los 35 años, las mujeres suelen pasar mucho tiempo frente a la pantalla de un ordenador. El hecho de tener un bebé o estar próxima a hacerlo evita que se inviertan tantas horas en esas condiciones tan peligrosas para la vista.
Desde el grupo Oftalvist también aseguran que los cambios hormonales durante el embarazo “pueden provocar síntomas de miopía leve y transitoria debido a la hidratación del cristalino por la retención de fluidos en el ojo”. Ahora bien, eso no significa que, si estás planteándote operarte de miopía, la graduación vaya a aumentar después del embarazo.
La miopía es el defecto refractivo más común durante el embarazo, explican, pero pueden darse otros que retrocederán en las semanas o meses posteriores al parto. Es entonces, y no antes, cuando la clínica aconseja someterse a una operación; no solo porque tan solo tiene sentido hacerlo cuando la vista esté estabilizada, sino porque durante la gestación la cirugía está totalmente contraindicada.
Lo más importante es que las mujeres embarazadas se sometan a una revisión oftalmológica durante la gestación, y que la repitan después de haber dado a luz y tras los primeros meses de lactancia.