Un apoyo esencial: cómo ayudar a los hijos a elegir sus estudios potenciando sus competencias
La elección de los estudios profesionales se realiza en edades tempranas, por lo que la ayuda y el asesoramiento de los padres es clave
Son muchos los factores en los que los progenitores pueden ayudar a sus hijos, aunque la decisión final es de ellos
La adolescencia es una de las etapas más importante de la vida de cualquier persona. Su cuerpo termina de desarrollarse y probablemente crea el círculo de amistades que le acompañará en su vida adulta. Pero también es una época de decisiones. A pesar de la inexperiencia o la falta de madurez, en esos años de instituto tienen que decidirse por ciertas ramas académicas que ya comienzan a encaminar, aunque muchos no se dan cuenta, su carrera profesional. Pero cuando termina el instituto y se aprueba la selectividad, actual EvAU, llega un punto clave en la vida: elegir los estudios.
En esto los padres juegan un papel muy importante, ya que la mayoría de jóvenes recurren a ellos cuando su decisión es un mar de dudas que cada día se les complica más. Está claro que los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos y desde que son pequeños se les pregunta de forma recurrente eso de “¿qué quieres ser de mayor?”. Ayudarles es clave, al igual que hacerles entender que, si se equivocan, no pasa nada, es el momento de hacerlo. Fijándose en sus competencias o pidiendo asesoramiento a los orientadores son solo algunas fórmulas que les pueden llevar a acertar en su elección.
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Ten presentes sus hobbies
Las aficiones de los hijos pueden decir mucho de ellos, de sus gustos y por dónde puede ir enfocada su carrera profesional. Pero también hay que tener en cuenta que sus hobbies pueden ser simplemente eso, es decir, puede encantarle tocar la guitarra, jugar al baloncesto o ser un nadador increíble, lo que no quiere decir que tenga que ser músico o deportista profesional. Eso sí, en muchas ocasiones pueden ser señales para focalizar sus estudios, ya que, si por ejemplo le gusta la enseñanza y lo combina con sus aficiones, podría terminar siendo profesor de música o educación física, así como otras profesiones relacionadas, como la fisioterapia. Preguntarle cómo se ve en un futuro y mostrarle las diferentes opciones que existen es clave.
Muéstrale todas las opciones
Precisamente de eso último hay que hablar, y mucho. En ocasiones un gran fallo puede ser hablar solo de carreras universitarias, donde muchos jóvenes no llegan a verse del todo reflejados para su futuro. Por ello es importante hablarles de la Formación Profesional y de otros estudios alternativos que podrían encajar en su elección y en su profesión, haciéndoles saber que no son menos que una carrera universitaria y mostrándoles las salidas posibles que tienen.
Busca orientación
Aunque como padres es normal que se quiera ayudar a elegir a los hijos lo mejor para ellos, a veces puede que no se consiga o que por falta de información se sea incapaz de prestarles la ayuda que necesitan. Por eso mismo no dudes en acudir a los orientadores o asesores de los institutos o centros escolares. Ellos ya conocen a tu hijo y, valorando un poco su perfil y sus aspiraciones, pueden ser de gran ayuda cuando no hay una idea muy clara o se barajan varias opciones y no consiguen decidirse por una. Además, es la figura idónea para recomendar diferentes universidades y planes de estudio para revisarlos luego juntos en casa.
Infórmate bien para ayudarle
La evolución social de las últimas décadas ha hecho que hayan surgido nuevos estudios que probablemente hace 10 o 20 años no existían, así que es muy probable que tu hijo quiera enfocar por ahí sus estudios. En ese caso, busca información de calidad, qué posibles salidas puede tener, qué futuro se intuye sobre esa profesión y cómo encaja ante las fortalezas y debilidades de tu hijo. Puede que ese nuevo mercado sea la clave para su futuro laboral.
Asesóralos, pero déjalos elegir libremente
Recuerda que tu labor es ayudarles a elegir, mostrándoles todas las opciones existentes, los pros y contras de cada una de las opciones que baraja sobre sus competencias y habilidades y la información que necesitan antes de cualquier decisión. Pero la elección final es de ellos, sin imposiciones pero con orientación, pues al final es el inicio de la construcción de su propio camino hacia una nueva etapa que no será fácil aunque se acierte en la elección.
El momento en el que los hijos terminan el instituto y llega su etapa de formación profesional o universitaria es lo más parecido a ver un pájaro salir del cascarón del huevo. Pero antes, la elección no será fácil y necesitarán el apoyo de sus progenitores, que deben darle la información necesaria y el asesoramiento para la que probablemente será una de las decisiones más importantes de su vida.