Durante su infancia es muy importante que los niños jueguen y se diviertan. Por eso, si tienes el privilegio de vivir en un lugar donde haga buen tiempo y tengan lugar tus pequeños para disfrutar de su entorno, lo mejor será que jueguen al aire libre. Esto tendrá una infinidad de beneficios para el desarrollo infantil y, así, podrán descubrir lo que les rodean, socializar con otros niños y moverse libremente. Además, será muy importante que el pequeño mantenga algún tipo de actividad para que esté siempre en forma.
Así, el juego social se convertirá en algo fundamental para los niños y, por eso, habrá que darles esa oportunidad. Jugar al aire libre permitirá que el pequeño sea un gran explorador, que conozca a otros niños y niñas distintos a los de su entorno habitual, desarrolle su motricidad global mientras corre o salta, observe su entorno y se fije en los pequeños detalles, así como mejorar su autoestima y amar la naturaleza. También, será una forma de pasar más tiempo en familia.
Por tanto, jugar al aire libre, como hemos comentado, solamente proporcionará experiencias positivas. Además, en la mayoría de ocasiones, jugar al aire libre será considerablemente sencillo y, por tanto, se podrá recurrir al pilla-pilla, hacer castillos de arena y hasta jugar al escondite. También, será vital para aquellos pequeños que son más pasivos y no les gusta mucho relacionarse con otros niños. Sí que es cierto que, aún así, muchos padres deciden que sus hijos no salgan a jugar a la calle.
Esto se debe a que piensan que el entorno exterior no puede ser del todo seguro. Y puede que no sea tan seguro como es el propio hogar, pero sí que es cierto que, si los niños deciden salir a jugar a la calle, siempre deberán estar vigilados por un adulto. Por tanto, no habrá ningún peligro y habrá que confiar siempre en las acciones de los pequeños, que estarán basadas en una buena educación. Por tanto, no habrá excusa posible para que tu hijo no salga a jugar a la calle.
Será muy importante que los niños y los bebés estén en contacto con la calle y con la naturaleza para que, así, aprendan a interactuar con el entorno que les rodea desde que son bien pequeños. Además, como ya hemos comentado, en esta aventura de jugar al aire libre no tienen porque estar solos y lo mejor será que se comparta en familia, ya que los beneficios serán muchos. Lo primero será que los ejercicios al aire libre prevendrán la obesidad infantil, una enfermedad que es más común en la sociedad sedentaria en la que vivimos.
Por tanto, apagar la televisión y levantarse del sofá será más que recomendable para toda la familia y no solamente para los más pequeños de la casa. También, jugar al aire libre proporcionará cierta autonomía, lo que puede ocasionar más de una duda a aquellos padres que son más protectores. Aunque será una buena idea para que los niños comiencen a enfrentarse a los problemas del día a día y encontrar soluciones.
Además, será perfecto para aquellos niños que son menos sociales, ya que favorece las relaciones entre los más pequeños. Aquellos pequeños más solitarios y tímidos pueden encontrar un buen estímulo para desarrollar sus habilidades sociales en estos juegos al aire libre si, además, se le presenta como una rutina más que habitual. También, será una de las mejores maneras de unión familiar, ya que se compartirán momentos especiales, donde se puede dedicar tiempo a los más pequeños y atención de calidad.
Por tanto, como se ha visto, son infinitas las ventajas de jugar al aire libre con los más pequeños. Además, tendrá que jugar un gran papel la imaginación. En el caso de que este extremo no sea tu fuerte, lo mejor será que tengas en mente un par de juegos que nunca fallan. Lo ideal será que este tipo de juegos les hagan pensar y activarse, como puede ser la pata coja, un tres en raya gigante, carrera de pájaros o diábolo. Así, podrás pasar un día diferente en familia, donde los más pequeños disfrutarán cada segundo de la gente que les rodea y, también, de la naturaleza.