Una de las partes más importantes, y que más debemos cuidar, es la salud bucal. Por eso, será muy importante que, desde que son bien pequeños, se cuiden los dientes y todo lo que estos conllevan. Lo cierto es que habrá que tener en cuenta que los dientes serán para toda la vida. Por eso, habrá que ser muy constante con la higiene bucal y, además, habrá que hacerlo desde los inicios. Será, en torno a los seis meses, cuando comenzarán a salir los primeros dientes de los pequeños.
Así, la boca deberá tener sus veinte dientes alrededor de los tres años, aunque eso sí, cada pequeño tendrá un ritmo diferente. Por eso, no habrá que frustrarse ni tampoco preocuparse con antelación. Los dientes permanentes comenzarán a salir en torno a los seis años. Además, en contra de lo que muchos piensan, estos serán tan importantes como los definitivos. Pero, ¿cuándo habrá que empezar a cuidar los dientes de los niños? ¿Habrá que esperar a que salgan?
Cabe destacar que los dos primeros dientes que empiezan a salir son los inferiores y los dos superiores. Esos dientes de leche serán muy importantes para la salud y el desarrollo del pequeño, ya que le ayudarán a masticar, a hablar y sonreír. También, se guardará un espacio en las mandíbulas para cuando salgan los dientes permanentes que están creciendo debajo de las encías. Además, cuando un niño pierde un diente de leche demasiado pronto, los dientes permanentes podrán moverse hacia el espacio vacío que ha dejado y hace difícil que otros dientes adultos encuentren su lugar para salir.
Por eso, como ya hemos comentado, será importantísima la salud bucal para proteger los dientes de los pequeños. Lo primero será lavar la boca al pequeño durante los primeros días después de nacer. Así, habrá que limpiar bien sus encías con una gasa húmeda y limpia o con una toallita. Además, es que podrá desarrollarse caries tan pronto como aparezcan los primeros dientes. Los cuatro dientes delanteros del bebé salen de las encías a los seis meses de edad, aunque a algunos niños no les sale su primer diente hasta los doce o los catorce meses.
En el caso de que el pequeño tenga menos de tres años, lo más recomendable será que empiece a cepillarse los dientes con suavidad tan pronto como le empiecen a salir. Habrá que usar un cepillo de tamaño infantil y una cantidad de pasta dental fluorada no mayor que un grano de arroz. Además, habrá que cepillarse los dientes, con sumo cuidado, dos veces al día, tanto mañana como noche, o seguir las indicaciones del médico o dentista. También, habrá que supervisar a los pequeños cuando se estén cepillando para asegurarse que usan la cantidad recomendada de pasta de dientes.
Además, para proteger los dientes se recomendará que se disminuya el contacto de los azúcares con los dientes. También, el primer cepillo deberá ser blandito y mojado en agua, a no ser que el especialista aconseje otro tratamiento distinto. Si los niños tienen entre tres y seis años sí que se podrá incrementar esa cantidad de pasta fluorada al tamaño de un guisante. Así, habrá que cepillar los dientes, con cuidado, durante dos veces al día o seguir las indicaciones de tu dentista o de tu médico.
Lo más recomendable es que, al principio, tengas especial cuidado y vigiles cómo el pequeño se lava los dientes. Una vez que este tenga dos dientes también habrá que pensar en pasarle seda dental a diario. En concreto, la Asociación Española de Pediatría recomienda en niños menores de 2 años el cepillado lo realicen los padres, con una pasta de dientes con 1000 ppm de flúor y la cantidad similar a un "raspado o mancha" sobre el cepillo dental. Además, hasta que el niño tenga seis años, la limpieza bucal la deberá realizar los padres.
También, la AEP se ha pronunciado sobre cuándo es más recomendable comenzar con el cepillado. En el caso de que no exista ninguna alteración, un buen momento será cuando comienzan a salirle los dientes entre los seis meses y el año e, incluso, antes. Además, será aconsejable que el dentista esté especializado en niños y, sobre todo, que tenga una visión bastante integral del mismo.