¿Es peligroso inyectarse botox durante el embarazo?
El botox es la técnica no invasiva más utilizada en tratamientos estéticos a la hora de corregir las arrugas.
Si estás embarazada y te planteas realizar un tratamiento con él, es lógico que tengas dudas acerca de si es lo más conveniente y seguro para el feto.
Por eso te contamos cuáles son las recomendaciones acerca del botox durante el embarazo, pensando en el bienestar del bebé y en el tuyo.
Los tratamientos de estética y belleza están a la orden del día, a cualquier edad y tanto en hombres como en mujeres. De entre todas las opciones posibles, el botox es una de las más demandadas a la hora de corregir las arrugas y combatir el paso del tiempo. Pero, además, esta técnica no invasiva también se utiliza para tratar problemas de tipo médico, como las migrañas, trastornos de la vejiga o una excesiva sudoración. Es decir, por unos motivos o por otros, el botox está muy presente en diferentes tratamientos, y su aplicación suele repetirse cada 4 o 6 meses.
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Se conoce como botox a la toxina botulínica, una proteína purificada derivada de una bacteria. Su acción es bloquear el impulso nervioso hasta el músculo, evitando que se contraiga en exceso la musculatura facial y se formen arrugas en la cara. A pesar de la efectividad que lo hace tan popular, el botox tiene ciertas contraindicaciones. Si ya cuentas con el botox entre tus tratamientos estéticos o estás pensando en incluirlo, debes tener en cuenta si estás buscando un embarazo o si ya estás embarazada.
¿Puedo usar botox durante el embarazo?
La recomendación general es clara y unánime: no es conveniente utilizar botox durante el embarazo. La realidad es que no se han realizado estudios que permitan determinar los riesgos durante la gestación, pero el botox está clasificado como un fármaco de categoría C, y esto significa que sus efectos podrían ser adversos para el feto. Y esta recomendación se extiende también a los meses que dure la lactancia, ya que no está claro que el botox pueda pasar a la leche materna.
Es decir, los riesgos son desconocidos, pero posibles. Y puesto que la prioridad durante el embarazo es cuidar del feto y de la madre, lo más sensato es posponer cualquier tratamiento con botox hasta que haya concluido el embarazo y, a ser posible, también el periodo de lactancia.
¿Qué ocurre si me he inyectado botox estando embarazada?
Puede darse el caso de que te hayas inyectado botox sin saber que estabas embarazada. Si es así, no deberías preocuparte más de la cuenta. La cantidad que se inyecta a nivel facial es mínima, permanece localizada en la zona en la que se ha aplicado y no circula por el resto del cuerpo. Lo esperable es que no tengas ningún problema, ni tú ni el bebé, así que puedes estar tranquila.
Eso sí, una vez que confirmes que estás embarazada, volvemos a recomendarte que aplaces futuras infiltraciones hasta que haya nacido el bebé (y a ser posible haber dejado la lactancia).
Entonces ¿por qué no se recomienda?
Es cierto que estamos hablando de unos riesgos sobre los que no hay estudios determinantes y solo se valoran casos aislados. También decimos que si te has inyectado botox sin saber que estás embarazada no deberías preocuparte. Pero es que, cuando se trata de un embarazo, las precauciones han de venir desde todos los frentes posibles, y el tratamiento con botox puede presentar otro tipo de riesgos.
Por ejemplo, son frecuentes las infecciones en la zona tratada, a causa de virus, hongos o bacterias, al igual que las reacciones alérgicas o las hinchazones prolongadas. Tratar cualquiera de estos efectos secundarios requiere la administración de determinados medicamentos que sí podrían afectar al feto. Por lo tanto, estaríamos hablando de un factor de riesgo que sí debemos evitar en la medida de lo posible.
Cuando la finalidad del botox es estética, lo cierto es que puedes esperar sin más problema a volver a usarlo cuando haya nacido el bebé. Unos meses pasan rápido y la piel no acusa tan pronto el paso del tiempo. Además, la prioridad está muy clara: hay que cuidar del bienestar del feto.
Si lo utilizas por motivos de salud, tu médico sabrá mejor que nadie cuándo es conveniente detener el tratamiento con botox y cuándo retomarlo.