Las seguridad es primordial: la importancia de usar el cinturón de embarazo en el coche
Durante el embarazo llega un punto en el que el cinturón de seguridad del coche no se adapta correctamente el cuerpo, por eso puede ser necesario uno especial para embarazadas
Los cojines adaptadores o los chalecos de seguridad permiten que el cinturón haga su función correctamente
Durante el embarazo se suelen cambiar muchos hábitos de la vida cotidiana para proteger al feto, pero también por tu bienestar como madre. Deseas que los nueve meses de gestación vayan bien y con las menores complicaciones posibles, por eso tomas siempre medidas seguras en muchos aspectos de tu vida. Entre ellos está la conducción, una actividad reticente en ciertos periodos del embarazo. Ya no es solo el miedo a la posibilidad de sufrir un accidente de coche, sino que en un estado de gestación avanzado es algo incómodo viajar en coche por el cinturón de seguridad. Pero a veces es irremediable tener que subirse al coche si quieres acudir a tus revisiones en el ginecólogo o para visitar a tus familiares.
Desde 2006 es obligatorio para las embarazadas utilizar el cinturón de seguridad cuando van en coche, sean ellas las conductoras o simplemente una pasajera. Pero hay una excepción, desde 2016 las embarazadas pueden prescindir del cinturón de seguridad solo si el médico no le aconseja su uso y se posee un certificado que lo acredite. Aún así, los médicos lo aconsejan siempre que sea posible, y como en ocasiones puede ser molesto, en especial cuando la barriga ya es grande, existen cinturones homologados para que sea más fácil adaptarlo.
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Tipos de cinturones para embarazadas
Para las embarazadas hay varios tipos de cinturones especiales. Uno de ellos es el cojín adaptador o de retención. Este cojín se establece sobre el asiento y la embarazada se sienta sobre él, pero su función es que la banda horizontal del cinturón de seguridad quede por debajo de la matriz, donde debe ir. Esto se consigue gracias a una correa en la que se engancha y lo mantiene en esa posición sin que se deslice y de esta manera el cinto la proteja a ella y al bebé en caso de accidente.
El otro accesorio que más se suele utilizar es el chaleco de seguridad que se coloca como cualquier otro, no tiene ninguna dificultad. El principal fin del chaleco es que la banda diagonal quede en la posición idónea y pase adecuadamente por en medio del pecho y por el hombro sin tocar el cuello. La combinación de ambos sistemas puede ser bastante buena para que el cinturón de seguridad haga su función en caso de una colisión.
También existe un cinturón ajustable que puede ser el sustituto del cojín. Este adapta la banda horizontal a los muslos y no bajo la matriz, por lo que aunque puede ser más cómodo, aún no es un método que se use demasiado, siendo el cojín y el chaleco los más conocidos y recomendados para las pasajeras y las conductoras embarazadas.
¿Por qué usarlos?
Es cierto que durante la mayor parte del embarazo el cinturón de seguridad se puede colocar sobre el cuerpo con normalidad, pero cuando la barriga comienza a aparecer pueden haber problemas. La banda diagonal debe pasar por el hombro y entre el pecho. Por su parte, la horizontal debe hacerlo por debajo del abdomen, que no vaya sobre la barriga. En el momento de subirse al coche puede ser fácil pero una vez comienza la conducción es probable que se deslicen y no vayan donde deben estar, siendo incómodo para una pasajera y una distracción si la embarazada es la conductora. De ahí la importancia de recurrir a alguno de los productos homologados anteriores.
Estos cinturones no son obligatorios pero sí aconsejables, en especial en dos momentos clave del embarazo. Durante los primeros meses el líquido amniótico es escaso y cualquier golpe puede producir problemas, como hemorragias en el útero o desprendimientos de la placenta, mientras que en los últimos meses el cinturón por sí solo no se adapta bien al cuerpo y cualquier movimiento brusco puede provocar un adelanto del parto. Por eso mismo, aunque no es obligatorio, en estos dos periodos se aconseja el uso de estos cinturones para una mayor seguridad en la carretera.
En ocasiones muchas embarazadas utilizan pinzas para regular la holgura del cinto o cojines para que la banda no entre en contacto directo con la barriga. Un gran error porque eso no permite la posición idónea del cinturón de seguridad. Por eso, si existe incomodidad, basta con ajustar el cinturón con los complementos de los que hemos hablado para una mayor comodidad y seguridad tanto para ella como para el bebé.
Si el coche durante el embarazo está siendo un problema por la incomodidad, puede que necesites un cinturón de embarazo que te permita regularlo adecuadamente para protegerte a ti y al feto. De esta manera podrás viajar perfectamente con la familia en el coche y, eso sí, debes saber que el asiento más seguro es el trasero, pues en caso de accidente o golpe los delantero son los que más peligro tienen.