Citomegalovirus: la importancia de detectarlo a tiempo para no contagiar al bebé
El citomegalovirus es un virus frecuente que puede afectar a cualquier persona, incluso a mujeres embarazada.
Normalmente sus síntomas no suelen ser peligrosos, pero sí lo serán si afecta al recién nacido.
El citomegalovirus es un virus, muy frecuente, que puede afectar a cualquier persona, incluso a aquellas mujeres embarazadas. Se trata de un virus que la mayoría de personas no saben que lo tienen debido a que es muy raro que cause problemas en personas sanas. Eso sí, en caso de que estés en estado o tengas el sistema inmunitario debilitado sí que será motivo de preocupación. La mujer embarazada podrá trasmitirle el virus a su hijo, que podría presentar diversos síntomas. El citomegalovirus se contagia de una persona a otra a través de los distintos líquidos corporales, como la sangre, la saliva, la orina, el semen y la leche materna. Además, cabe destacar que no existe ninguna cura, aunque sí se pueden tratar sus síntomas. Por eso, los medicamentos podrán tratar al recién nacido infectado.
Los síntomas del citomegalovirus en bebés
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La mayoría de las personas infectadas por este tipo de virus suelen ser sanas y suelen presentar pocos síntomas. Las personas de mayor riesgo serán aquellos recién nacidos que tengan citomegalovirus antes de nacer, aquellos bebés que se contagien durante el nacimiento o poco tiempo después y aquellas personas que tengan el sistema inmunitario débil. Cabe destacar que, además, la mayoría de bebés con citomegalovirus congénita también parecen totalmente sanos al nacer. Sí que es cierto que los diversos síntomas podrán aparecer con el paso del tiempo, como es el caso de la pérdida de audición y el retraso en el desarrollo. También, pueden presentar problemas en la visión. Entre los signos más destacados podemos encontrar: nacimiento prematuro, bajo peso al nacer, color amarillo en la piel y en los ojos, manchas púrpuras en la piel, cabeza muy pequeña, agrandamiento del brazo, neumonía y convulsiones.
Cuándo acudir a un especialista
Será muy importante que acudas a un especialista si tienes un sistema inmunitario debilitado y síntomas de este tipo de infección. También, si contraes una enfermedad parecida a la mononucleosis durante el embarazo, así podrán evaluarte para detectar si tienes una infección por citomegalovirus. Además, si sabes que contrajiste este virus durante esos meses de gestación, lo mejor será que informes al pediatra. El médico será quien tendrá que evaluar a tu pequeño con cierta frecuencia para verificar que no presente problemas auditivos o de visión. Las causas de este tipo de virus están relacionadas con otros virus con los virus que causan varicela, herpes simple y mononucleosis. Pasarán distintas fases donde el citomegalovirus pueda estar inactivo o activo, será en el último extremo cuando se puede transmitir por contacto casual.
Cómo se contagian los bebés
Por eso, se podrá contagiar a otras personas al tocarse los ojos, con contacto sexual de una persona infectada, por medio de la leche materna de la madre infectada, mediante un trasplante de órganos y en el momento en el que bebé nace. Será en este momento cuando habrá que tener especial atención, ya que el alumbramiento, la mujer infectada podrá transmitirle el virus a su bebé antes o después del parto. Si es la primera vez que contraes la infección, el riesgo de transmitir el virus al bebé será mayor que con una infección reactivada. El citomegalovirus es un virus generalizado y que puede infectar a casi cualquier persona. Sí que es cierto que los bebés que están infectados con este tipo de virus, podrán presentar diversas complicaciones.
Las complicaciones que puede acarrear el virus y cómo evitarlo
Las complicaciones pueden comprender la pérdida de audición, discapacidad intelectual, problemas de visión, convulsiones, falta de coordinación y debilidad y problemas para usar sus músculos. Una higiene muy cuidadosa hará que la madre tenga menos posibilidades de contraer el virus. Además, la mujer tendrá que evitar el contacto con las lágrimas o la saliva cuando se besa al niño, compartir los alimentos o beber el mismo vaso que otros, limpiar los juguetes y las zonas de juegos y habrá, también, que mantener relaciones sexuales seguras. Además, en el caso de que tengas el sistema inmunitario deprimido, lo mejor será que tomes medicamentos antivirales para evitar el citomegalovirus.