Cuando los niños pequeños dan el paso de la cuna a la cama pueden darse distintas consecuencias. Uno de los mayores miedos de los padres es que se caigan de la misma y puedan hacerse daño. Pero, ¿cómo se debe actuar para evitar que el bebé se caiga de la cama?
Una de las mejores formas para que el bebé no se caiga, aunque no siempre es la más segura, es colocar al pequeño en medio. El denominado colecho tiene una infinidad de beneficios, aunque hay algunas personas que lo rechazan completamente. Eso sí, se ha demostrado, que al igual que la lactancia materna, el cohecho previene el riesgo de sufrir Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante, sobre todo a partir de los tres meses.
De esta forma, se colocará al pequeño entre la pareja con el objetivo de que no se caiga de la cama. Aún así, habrá que evitar este tipo de práctica en el caso de que estés excesivamente cansado, ya que puedes llegar a aplastar al niño.
Otra buena opción será pegar la cama a la pared. Además, deberás dejar al pequeño en la zona que estás más cercana a esta para que actúe como una especie de barrera.
También, podrás hacer uso de distintas barreras de protección, como pueden ser unas almohadas o el cojín de lactancia. Eso sí, habrá que tener cuidado, ya que las almohadas pueden provocar que el bebé se ahogue y, por tanto, se incrementará el riesgo de asfixia.
Podrás sustituir estos objetos por una barrera de protección, ya que lo más probable es que el bebé se mueva mucho y, por tanto, puede caerse sobre una almohada u otro objeto. Con las barreras protectoras esto no sucede.
Otra forma de evitar todos estos percances será colocar un colchón en el suelo. De esta forma, dejarás que el pequeño se caiga con la mínima altura posible. Además, si colocas alfombras también amortiguarás el golpe lo máximo posible.
También, será importante enseñar bajar al pequeño de la cama. De esta manera, se evitará que pueda caerse y, sobre todo, que sepa desenvolverse cuando quiera irse a otro lugar.
Si no podemos hacer nada y vemos que el bebé se ha caído de la cama tendremos que actuar con mucha calma, ya que probablemente no sea nada. También, será de vital importancia observar cómo evoluciona el pequeño, ver si tiene algún rasguño y cómo puede solucionarse.