El último año ha sido muy complicado a la hora de celebrar bodas, comuniones y bautizos. En el caso de las bodas, muchas se han aplazado o se ha optado por hacer celebraciones muy íntimas en el caso de que no se pudiera o no se quisiera retrasar. En el caso de las comuniones y bautizos el aplazamiento de la celebración es algo más difícil de gestionar, porque va ligado a una creencia religiosa. Son sacramentos que los padres quieren que sus hijos reciban cuando llega el momento, y en el caso del bautismo resulta más difícil la espera. Así que si has tenido un hijo hace poco o estás a punto de tenerlo, es muy posible que te preocupe cómo celebrar el bautizo a pesar de la pandemia.
Un bautizo es una celebración de carácter más íntimo que una boda o una comunión, pero podría convertirse en una gran fiesta, sobre todo antes de la situación sanitaria actual. En este momento tan delicado recae sobre vosotros la decisión de seguir adelante o no con la celebración del bautizo, y en el caso de hacerlo, pensar muy bien con cuánta gente vais a contar y aseguraros de cumplir con todos los requisitos de seguridad.
El riesgo de contagio es una realidad que no se puede ignorar de ninguna manera, y lo más fácil es que entre los asistentes que no queréis que falten haya personas de avanzada edad, por lo que seguramente ya habéis pensado más de una vez en los pros y en los contras. Por eso es importante que tengas en cuenta todo lo que te contamos a continuación si vais a celebrar el bautizo de vuestro hijo, ya sea de manera íntima o con una fiesta mayor hasta donde permite la ley y las normas de seguridad sanitaria.
Lo llevamos viendo todo el año, lo que está permitido un día no lo está al siguiente, y viceversa. Los ajustes se realizan constantemente para adaptarse a la situación, y pueden producirse cambios de aforo o movilidad en cualquier momento. Debes estar atenta las restricciones de tu comunidad y respetarlas al máximo, porque no podemos olvidar que las reuniones privadas son un foco de posible contagio, algo que sin duda quieres evitar.
Lo tenemos bien aprendido, pero no deja de existir el riesgo de que ante una celebración y el reencuentro con personas queridas nos relajemos por la emoción y acabemos prescindiendo de la mascarilla. No os la juguéis, disfrutad del momento y no permitáis que los descuidos acaben empañando el recuerdo de ese día.
Comunícate de manera clara con tus invitados. Si cuentas con ellos es porque son importantes para ti y quieres que están en un día tan importante, pero sin riesgos. Es decir, no sobra lo más mínimo recordarles a todos ellos que si el día del bautizo, o los anteriores, presentan algún síntoma que podría relacionarse con Covid-19, lo que de verdad les vais a agradecer, tú y el resto de invitados, es que no asistan y se queden en casa.
Las medidas sanitarias también se aplican, evidentemente, en los lugares de culto, y te corresponde revisar con el sacerdote que se van a cumplir. Consulta el aforo permitido, comprométete (e informa a tus invitados) de la necesidad de mantener las medidas de seguridad en el interior de la iglesia y asegura que esta cumple con todas las medidas de higiene pertinentes, incluyendo que haya hidrogeles accesibles.
Tu compromiso con la empresa a la que contrates el banquete es, además de respetar la normativa, facilitar los datos de todos los asistentes (los conservarán durante 28 días). Esta información es clave a la hora de rastrear los posibles contactos en el caso de que se produzca un contagio. Respetar los límites horarios es menos complicado, ya que los bautizos son celebraciones de día que corren menos riesgo de alargarse hasta muy tarde.
En condiciones normales te recomendaríamos igualmente que pidieras varios presupuestos y leyeras con atención todas las condiciones del contrato. Pero ahora debes prestar especial atención a todo lo referente a posibles cancelaciones, porque ya sabemos que pueden ocurrir. Que te quede bien claro cuáles son las cláusulas de cancelación o modificación, y si hay posibilidad de penalizaciones. Y para asegurarte de que se cumplen si fuera necesario, hazte con una factura de todo lo que pagues.
Consulta hasta el último momento cuántas personas puede haber en cada mesa y, a la hora de distribuirlas, organízalas por grupos de personas convivientes. Además, hay que respetar la separación de 1,5 metros entre mesas, mantener la mascarilla mientras no se coma o se beba, y no levantarse de la mesa para ir a saludar a otras personas. Sí, sabemos que no es como te lo habías imaginado, pero seguro que sabéis disfrutar de lo que tenéis y celebrar el bautizo de tu hijo con toda la alegría que la ocasión merece.