Cinco consejos para cuidar la cicatriz de la cesárea y evitar que la herida se abra o se infecte
La cesárea es un intervención quirúrgica que se puede dar a la hora de dar a luz. Tras esta operación se quedará una herida, que podrá llegar a infectarse en algún momento.
Por eso, lo mejor será cuidar muy bien los puntos tras la operación y, también, tratar bien la cicatriz en los meses siguientes.
La cesárea es un intervención quirúrgica que se puede dar para llevar a cabo el parto. Puede resultar más dura que el parto vaginal, sobre todo, por las consecuencias que se pueden dar en los días y las semanas posteriores al alumbramiento. Son muchos los cuidados que se requieren tras la operación y no solamente a nivel estético, sino también a nivel interno.
Durante la cesárea, las capas más profundas de la piel son cosidas por un material reabsorbible que nuestro cuerpo asimila con el paso de los días. Así, la piel se cose con distintas técnicas, como pueden ser las grapas, puntos sueltos o una sutura intradérmica.
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Tras la operación, lo más normal será que se coloque un gran apósito que cubra toda la herida. Esto se realizará para prevenir el sangrado tras la sutura. Además, durante el tiempo que permanezcas ingresada en el hospital, los profesionales se encargarán de vigilar cómo se encuentra el apósito para, así, detectar las posibles señales que indiquen que hay sangrado o infección.
Lava la herida con agua y jabón
Este apósito se retirará cuando el profesional lo considere más adecuado y, así, podrás dejar al aire libre la herida. A partir de ese momento, lo más recomendado será que mantengas una serie de cuidados para evitar la infección o que la herida se abra. La cicatriz habrá que lavarla con agua y jabón en el día a día. Además, habrá que evitar el uso de esponjas que puedan engancharse en las grapas o en las costuras. De la misma forma, habrá que secarla muy bien con unos ligeros toques ayudándose con una gasa que esté esterilizada.
No tendrás que cuidar la herida con un apósito
En algunos centros médicos se recomienda el uso de antisépticos para curar la herida tras el baño. Aún así, lo más importante será saber que, si se ha optado por dar el pecho, habrá que evitar algunas soluciones con yodo, ya que pueden pasar al bebé a través de la leche materna. Además, no será necesario cubrir la herida con ningún apósito, a no ser que el médico o la matrona aconsejen otra cosa. De la misma forma, tendremos que evitar que la ropa presione, roce o pueda engancharse en la cicatriz. Por eso, habrá que optar por ropa holgada.
Descansa todo el tiempo que necesites
Puede ser que tras unos días desde la cesárea te encuentres mucho mejor, pero lo más recomendable será que no te confíes. Será esencial que descanses el máximo tiempo posible. Además, será normal que la herida duela, ya que se trata de una cirugía mayor.
Aunque eso sí, este dolor irá remitiendo con el paso del tiempo y, en ningún caso, deberá doler una parte de la herida más que otra, así como que tampoco debe aparecer un nuevo foco doloroso que antes no sufríamos. Una vez que se han retirado los puntos, es decir, unos diez o doce días después de la cesárea, sentirás un gran alivio.
Masajea la zona con aceite de rosa mosqueta
También, podrás sentir una sensación de hormigueo o un adormecimiento del área de la cicatriz, par ello lo mejor será que te masajees la zona con aceite de rosa mosqueta, ya que tiene una infinidad de propiedades hidratantes, calmantes y regeneradoras. Además, tras el tiempo de cuarentena, lo más recomendable será acudir a un lugar especializado en el postparto para que realicen una valoración general sobre la cicatriz y que traten aquellas adherencias que se hayan podido formar en el tejido.
Evita el sol en la zona durante los seis meses siguientes
Se recomienda evitar el sol en la zona durante los seis meses siguientes a la operación. Así, se evitarán los cambios de pigmentación de la piel. Hay ocasiones en los que la cicatrización puede que no se lleve a cabo correctamente y que puedan surgir algunos problemas derivados que deben ser tratados por un especialista. Este sería el caso de una infección, que se caracterizaría por rojez, calor y dolor en la zona. También, se puede producir dehiscencia, que ocurrirá cuando la herida se abra, ya sea por causa de una infección o porque se suelte la grapa.
En ambas situaciones será muy importante acudir al centro médico para que la herida sea valorada por un profesional y se tomen las medidas necesarias para su curación. También, nos podremos encontrar con problemas en la cicatrización a largo plazo. Entre ellos, destacaría la aparición de queloides y la aparición de adherencias, que estarán provocadas por las tensiones internas tras la sutura.