La elección de la escuela infantil no será fácil de tomar. Por eso, debe ser una decisión muy meditada por los padres y tendrán que ser ellos quienes se informen para darle la mejor educación a sus hijos. La confianza, así como encontrar una escuela que se ajuste a vuestros valores, horarios y el tipo de educación que deseáis, será imprescindible.
En España, la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE) establece los requisitos básicos que deben cumplirlas escuelas infantiles o las guarderías. Por eso, no deberéis preocuparos por aquellos aspectos más básicos, ya que deberán estar cubiertos por ley. Además, cada comunidad autónoma posee una normativa específica que aumentan esas garantías de seguridad y de higiene en los centros de educación infantil.
Aún así, la elección de la escuela idónea será complicada y se debe tener en cuenta el clima afectivo, el estilo de las relaciones y las formas de acogida. Además, también podrá ser que estéis buscando unos servicios específicos que, por tanto, la escuela deberá cubrir.
En la actualidad, nos podemos encontrar con una infinidad de variedades, como aquellas que siguen el método Montessori o que son bilingües. Sí que es cierto que la mayoría de veces se prefiere la comodidad y, por tanto, los padres suelen decantarse por la escuela infantil que esté más cerca de casa. Pero lo mejor será tener en cuenta distintos aspectos a la hora de la elección, valorando el espacio, las actividades, el personal y el horario.
Pero, ¿cuáles son los mejores criterios para tomar una buena decisión? Lo primero que habrá que tener en cuenta será qué es lo que queréis lograr. La finalidad de la educación infantil será la del desarrollo físico, afectivo, social e intelectual y, para ello, también tendrán que cooperar los familiares. Así, será muy importante que la escuela infantil tenga en cuenta el desarrollo afectivo, movimiento y hábitos de control corporal, manifestaciones de la comunicación y el lenguaje, pautas de convivencia, las características físicas y sociales del medio, así como la capacidad de facilitar que los niños elaboren una imagen más positiva y equilibrada de sí mismos.
De la misma forma será importantísimo encontrar un centro que se preocupe por la seguridad de los niños. Además, los padres se sentirán muy tranquilos y será ideal que sean ellos mismos los que comprueben que el centro cumple todos estos requisitos. Entre ellos, ventanas con cristales irrompibles, puertas con sistema de seguridad que eviten accidentes y objetos y materiales tóxicos fuera del alcance de los niños.
Será muy importante tener en cuenta el ideario del centro. Los padres deberán identificarlo y saber si están de acuerdo o no. El ideario definirá el tipo de persona que se quiere formar y, por eso, constituye un elemento muy importante que se tendrá que tener en cuenta en ese momento de elección.
De la misma forma, será esencial conocer las actividades extraescolares que preste la escuela infantil. Así, el pequeño podrá desarrollar otras capacidades más allá de las que se desarrollan en el aula, siempre y cuando estas no se conviertan en una ocupación del pequeño mientras sus padres estén en el trabajo.
La ubicación del centro y su horario serán algo básico en la elección. Como hemos comentado, habrá que ir más allá de solamente decantarnos por la guardería que está más cerca de casa. Pero, aún así, lo más recomendable será que tampoco se encuentre muy alejada. De esta forma, el niño podrá compatibilizar la escuela con el juego en su día a día sin que se reduzca su calidad de vida.
Habrá que comprobar muy bien cómo son las instalaciones. Los padres deberán ver si estas están cuidadas y adaptadas a las necesidades de sus hijos. Lo más recomendable será que el centro cuente con distintas infraestructuras que permitan al alumno realizar diversas actividades. Igualmente, para muchos padres será fundamental comprobar que la guardería tenga un servicio de ruta que pueda llevar o recoger al pequeño en el propio centro o que tenga comedor.
También, será muy importante que el centro cuente con un gabinete psicopedagógico para que se puedan afrontar los distintos problemas de aprendizaje. Además, será una herramienta fundamental para un diagnóstico temprano.
Otro aspecto a tener en cuenta será la formación del profesorado. La calidad de estos será esencial en todas las etapas educativas, pero más cuando se trata de niños entre los cero y los tres años. Aquellos que se hagan cargo de los más pequeños tendrán que estar titulados para ello.