Paciencia y un modelo evolutivo, las claves para enseñar a montar en bici a tu hijo
Montar en bicicleta será una acción bastante sencilla de aprender y que no se olvidará nunca.
Aunque eso sí, habrá iniciar el aprendizaje desde pequeños. Por eso, los padres serán los encargados de enseñar a sus hijos cómo hacerlo y darles el apoyo necesario.
Cuando tus hijos han alcanzado una determinada edad es muy posible que quieras que desarrollen distintas habilidades. Entre ellas nos podemos encontrar con el manejo de la bicicleta, que se convertirá en una actividad esencial a partir de los seis y hasta bien entrada la juventud. Porque, ¿quién no ha salido de pequeño con la bici a dar una vuelta al barrio? Para que se produzca ese momento, y para que suceda sin preocupaciones, será muy importante que tu hijo haya aprendido bien a montar en bici.
Por tanto, para que sea una actividad que no cueste aprender, habrá que enseñarla cuando todavía son pequeños. Y, por eso, toda la responsabilidad la tendrán los padres. Eso sí, es fundamental que el niño tenga ganas de practicar este deporte, ya que si no pone de su parte será aún más complicado. Si hemos notado que nuestro pequeño quiere aprender a subirse a la bicicleta, solamente tendréis que buscar un buen momento y dejar volar la paciencia. En Divinity te contamos cómo puedes enseñar a tu hijo a montar en bici de forma fácil.
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Los beneficios de montar en bicicleta
Aprender a montar en bicicleta será algo fundamental para los niños. Se trata de una etapa más en su desarrollo físico y en la adquisición de cierta autonomía. Y es que, no solamente será beneficioso para fortalecer la relación entre padres e hijos, sino que también lo será para su salud, ya que montar en bicicleta es un deporte divertido y que podemos hacer en familia.
Además, vendrá genial para tener una buena resistencia y para adquirir cierta autonomía. Por tanto, andar en bicicleta mejorará la coordinación y el equilibrio del niño, fomentará los hábitos más sanos y reducirá la ansiedad y el estrés. También, se reforzarán los lazos afectivos y familiares, el respeto por el medio ambiente y la comprensión, a una edad temprana, de las normas de circulación y de las señales de seguridad vial.
La bicicleta evolutiva sin pedales será clave
Por tanto, tendrá una infinidad de beneficios. Lo primero que habrá que hacer será comenzar por una bicicleta evolutiva sin pedales, ya que será el paso previo para que el niño empiece a adquirir cierta técnica. Sí que es cierto que muchos padres suelen optar por las bicicletas con pedales o ruedines, pero con las bicicletas evolutivas podrás saltarte ese paso. Así, el aprendizaje será progresivo y natural, ya que el niño será capaz de apoyar los pies en el suele cada vez que lo necesite.
También, será muy importante que la bicicleta tenga el tamaño adecuado, ya que, de forma contraria, al niño le será más costoso aprender. Al terminar esta fase, el pequeño tendrá que tener ya bien reforzadas las piernas y deberá confiar en sí mismo, momento en el que podrá pasar a la siguiente fase.
Será esencial acostumbrar a los pequeños a que lleven casco y, en caso necesario, también rodilleras o coderas. Así, se reducirá el riesgo de poder sufrir alguna lesión. El casco deberá ser homologado, tener el tamaño adecuado para la cabeza del niño y habrá que evitar los cascos de segunda mano.
Y, también, tener mucha paciencia
Una vez que nos hayamos puesto en marcha para enseñarle a montar en bici tendremos que tener mucha paciencia, ya que no será una cuestión fácil. Es muy importante que no estresemos al niño con aprender en ciertos plazos, ya que debe hacerlo a su ritmo.
Si se cae de la bici, procura no darle demasiada importancia, ya que tampoco será un hecho especialmente raro, pero es básico que el pequeño no tenga miedo. Nunca te enfades con él ni tampoco te muestres molesto si hay poco progreso. Será esencial estimular al niño a través de un refuerzo positivo, apoyándole y animándole cuando lo hace bien y, también, cuando no puede más.
Además, hay que elegir el momento adecuado para aprender a montar en bici, siendo lo mejor los días que esté despejado y la temperatura sea agradable. Por supuesto, habrá que decantarse por un lugar sin tráfico y en el que el niño pueda moverse cómodamente sin que haya ningún tipo de peligro.
En resumen, para enseñar a un niño a montar en bici habrá que hacerlo por etapas; por eso, lo primero será mantener el equilibrio, controlar la dirección de la bicicleta con el manillar, pedalear y frenar. Una vez que el niño mantenga el equilibrio ya estará listo para rodar.