Cómo preparar la comida para el BLW de tu bebé: la importancia de cocinar y cortar bien cada alimento
El Baby Led Weaning es una práctica que autorregula o autodirige la alimentación del pequeño y que se pone a disposición del bebé.
Se trata de un tipo de alimentación complementaria que se basa en las recetas a base de fruta y verduras.
El Baby Led Weaning es una de las prácticas que más de moda están en los últimos tiempos. Así, cada vez son más los padres los que se apuntan a este tipo de alimentación y, también, son muchos los expertos en alimentación infantil que llevan estudiando sus beneficios desde hace años. La alimentación complementaria se puede ofrecer de distintas maneras. Entre ellas, la alimentación tradicional, que se trata de aquella en la que los padres o los cuidadores del bebé le ofrecen los diferentes alimentos en puré o en papilla.
Qué es el Baby Led Weaning
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Por su parte, en el Baby Led Weaning, el bebé autorregula o autodirige su alimentación y se ponen a disposición los distintos alimentos al pequeño, así como que este se encargará de metérselos en la boca y comer, sin la intervención de un adulto. De esta manera, el pequeño elegirá qué comer y qué cantidad comer. Por otro lado, también podemos encontrarnos con el Método Bliss, que será muy similar al BLW y que hace hincapié en la distribución nutricional de los alimentos que se ofrecen a los bebés.
Fue en los años treinta cuando comenzaron las primeras investigaciones sobre el Baby Led Weaning y, evidentemente, no se trata de una moda pasajera. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, momento en el que se tendrá que comenzar con la alimentación complementaria. Será muy importante tener en cuenta que esta alimentación de sólidos deberá ser complementaria. Pero, ¿cuáles son los beneficios del BLW?
Los beneficios del BLW
Lo primero es que se trata de un modelo de alimentación que respeta todas las necesidades del niño. Nadie mejor que él para saber cuánta hambre tiene y cuándo ya está lo suficientemente saciado. Además, los pequeños podrán gestionar sus sensaciones, comiendo aquello que necesitan. También, será una buena forma para que los pequeños experimenten y pongan a trabajar todos sus sentidos. Además, de esta manera, los niños podrán ejercitar su musculatura facial y podrán mantener la lactancia durante mucho más tiempo. Con el BLW también se instaurarán hábitos alimenticios más saludables desde la infancia.
También, será una buena forma de fomentar la destreza motora de los más pequeños, las familias ahorrarán más tiempo y se animará a los padres a aprender primeros auxilios, que será fundamental para el futuro del bebé. Dentro del BLW tiene gran importancia el corte y el cocinado de cada alimento. Además, habrá que tener en cuenta que hay ciertos alimentos que están prohibidos en la dieta de los menores de un año. Entre ellos, nos podemos encontrar con la sal, la miel, los frutos secos enteros, los alimentos desnatados, los grandes pescados y mariscos, el huevo poco hecho, las espinacas, las acelgas, las remolachas, las algas y el azúcar.
4 recetas para comenzar con el BLW
Lo más importante será comenzar con algunas recetas fáciles. Uno de los alimentos más recurrentes en esto del BLW son las albóndigas. Así, las podrás hacer de distintos productos, como pueden ser las verduras, frutas y combinadas con algo de proteína, como puede ser el pavo. Para ello, habrá que mezclar la carne, con un huevo, un poco de cebolla, pan rallado y alguna fruta o verdura ya cocida. Una buena opción serán las zanahorias, la manzana o la patata.
Otra opción sería una hamburguesa, que al igual que las albóndigas será una buena opción. Para las hamburguesas habrá que utilizar verduras y frutas y dejar de lado los lácteos y los frutos secos. Respecto a la verdura habrá que cocerla bien y cortarla de forma pequeña para que el pequeño digiera bien. Una buena opción será utilizar alguna verdura, como el calabacín o la zanahoria y que sean blanditas.
Además de los platos salados, se podrán preparar otras combinaciones más dulces, como el bizcocho. Una buena opción será el bizcocho, que no tendrá que llevar lácteos y que podrá tener como ingrediente principal alguna fruta, como puede ser la naranja o el coco. Para ello, habrá que utilizar harina, huevo, leche de coco, dátiles y levadura.
También podréis preparar un bizcocho de limón o galletas de cereales o de frutos secos. También, una buena opción serán las galletas de plátano y coco o de zanahorias y nueces, que se relizarán de forma natural y sin ningún cocinado.