El pasado 14 de marzo, el Gobierno español decretó el estado de alarma debido al coronavirus. De forma progresiva se fueron acatando una serie de normas, entre las que se incluía el confinamiento. Y, por tanto, no salir de casa. Entre las excepciones se encuentran la adquisición de alimentos, el desplazamiento al lugar del trabajo, retorno al lugar de residencia, asistencia y cuidado a mayores, desplazamiento a entidades financieras, por causa de fuerza mayor, y la asistencia a centros sanitarios. Esta última es la que más preocupa a las mujeres embarazadas. ¿Pueden ellas acudir a sus citas rutinarias de ginecología?
Pues bien, en otras especialidades, los médicos están atendiendo sus citas a través del teléfono. Con una llamada al paciente, intentan dar un diagnóstico y poner las medidas adecuadas para darles solución. Pero con la obstetricia pasa algo muy diferente; para realizar las ecografías o hacer frente a complicaciones no es posible dar un diagnóstico o una solución a través del teléfono.
Por ello, aquellas mujeres embarazadas que se encuentren con algún problema grave, sí deben acudir al centro sanitario más cercano. Aunque eso sí, tomando todas las medidas de protección necesarias como el uso de mascarilla y guantes. Para aquellas mujeres en estado que tenían una cita programada para el control del feto, estas también siguen su curso, aunque la última palabra siempre la tendrá el especialista, que será quien decida la urgencia de la cita. Por tanto, permanecen las consultas principales del embarazo, que son normalmente aquellas que llevan asociada una de las ecografías importantes. El resto se resolverán por vía telefónica.
Por ejemplo, la Comunidad de Madrid, el pasado 20 de marzo, ya reorganizó sus consultas de Obstetricia, Ginecología y Neonatología Urgente para evitar contagios. Así, centralizó la urgencia en los hospitales Universitarios La Paz, Gregorio Marañón, 12 de Octubre y Puerta de Hierro-Majadahonda, siendo un ginecólogo de urgencia quien da respuesta únicamente a este tipo de necesidades no derivables. Por tanto, lo mejor será no acudir a un centro hospitalario y solo hacerlo por cuestiones de carácter grave.
Toda precaución es poca. Cabe destacar que sobre el embarazo y el coronavirus existe poca información actualmente. Al ser un virus nuevo, es la comunidad china quien tiene más ventaja en todo lo que hace referencia a estudios y evolución de la enfermedad. Por el momento, la transmisión intrauterina o perinatal no se ha dado en ningún caso.
Además, en nuestro país, hemos podido ver cómo nacían niños sanos de madres contagiadas. En los pocos estudios realizados en hijos de madres infectadas, han sido negativos. Sí que se han producido casos de infección neonatal; de un bebé de 17 días de vida que estuvo en contacto con su madre y una matrona infectadas. Por tanto, la transmisión intrauterina no se ha dado en ningún caso, mientras que la horizontal sí.
Esta última se produce por el contacto con la saliva, por el contacto de persona a persona o fecal-oral. Además, el enfoque para la prevención, evaluación, diagnóstico y tratamiento de las mujeres embarazadas con sospecha de tener coronavirus debe ser similar al de las personas no embarazadas. Ante las posibles sospechas o factores de riesgo se recomienda que se extremen las medidas de prevención como mascarilla, lavado frecuente de manos y mantener la distancia de seguridad conveniente. Si no hay confirmación del caso y el niño se muestra asintomático no es necesario separar a la madre del bebé. Pero si a la madre le han confirmado su infección por Covid-19, los neonatólogos recomiendan extremar las medidas de aislamiento.
Durante el embarazo y con el fin de controlar el coronavirus, las mujeres que hayan dado positivo podrán someterse a una radiografía de tórax, que no tendrá que demorarse por el hecho de estar en estado. También, se les podrá realizar una ecografía fetal en función de las semanas de embarazo, la gravedad del cuadro clínico y la necesidad de controlar el bienestar fetal. En muchos casos se hará un registro cardiotocográfico, dependiendo del crecimiento del feto y del estado de la madre.
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos destaca que los datos disponibles actualmente sobre el Covid-19 no indican que las mujeres embarazadas tengan mayor riesgo. Sin embargo, sí se conoce que las mujeres en estado de gestación pueden sufrir más complicaciones en el caso de que sufran infecciones respiratorias como la gripe. Por dicho motivo, las embarazadas deben considerarse grupo de riesgo y habrá que cuidarlas, atenderlas y seguir sus semanas de gestación muy de cerca.
Desde la Organización Mundial de la Salud recomiendan mantener la lactancia materna tanto para casos confirmados como para probables. Aunque eso sí, siempre y cuando se mantengan las medidas para evitar infección por contacto. En casos de madres con enfermedad grave se puede recurrir a la extracción de la leche y otra persona ofrecérsela al bebé en biberón.
Para las madres lactantes fuera del periodo postnatal inmediato y que estén infectadas, o haya sospecha, se recomienda extremar las medidas: higiene de manos y mascarilla. Así como seguir amamantando o bien hacer una extracción de leche y que ésta sea administrada por un cuidador sano.