Hay una infinidad de mitos que rodean la maternidad. También, muchos de ellos hacen referencia a los niños, creando afirmaciones que llegan a nuestros oídos y que nosotros podemos cuestionar o no. Sí que es cierto que, muchos de ellos, con el paso del tiempo, comienzan a desparecer y a demostrarse que no son correctos. Pero, otros, todavía se están cuestionando. Y, otros muchos, se ha comprobado que son ciertos. Uno de los que más se repiten es que los niños que duermen mucho, crecen más. Sí que es cierto que el sueño será importantísimo para la buena salud de los pequeños y lo necesitarán para recuperar fuerzas y poder afrontar el día a día.

Pero, también, tal y como se ha comprobado en los últimos años, esto tiene mucho que ver con el crecimiento. Será muy importante comprender cómo se produce el crecimiento del niño mientras duerme y no pensar que, si les acostamos más tiempo, crecerán mucho más rápido. Pero sí que es cierto que, un buen descanso durante la noche, contribuirá a un crecimiento más sano durante la infancia.

Durante el sueño, además de descansar, nuestro cuerpo segrega la hormona del crecimiento. Esto sucede en la fase No-REM de sueño, es decir, durante un periodo de sueño mucho más profundo, en el que la glándula hipófisis anterior sintetiza la hormona del crecimiento GH, qur también se conoce como somatotrópica. Se piensa que el pico de liberación más alto de la hormona se produce entre una o dos horas después del inicio del sueño. Sí que es cierto que hay distintas investigaciones que apuntan que el periodo de más actividad se produce entre la medianoche y las cuatro de la madrugada.

También, podrá liberarse esta hormona durante periodos de sueño más cortos, como la siesta. Lo mejor será establecer unas rutinas de sueño más regulares para asegurarse que duermen todas las horas que necesitan para estar descansados, atendiendo a su edad. Además, será muy importante que lo hagan en un ambiente tranquilo y que invite al sueño. Por tanto, hacerle dormir más horas de las necesarias no servirá para nada, ya que cada uno dormirá el tiempo que necesite.

Fueron los científicos de la Universidad de Emory, en Estados Unidos, quienes investigaron la relación de las horas de sueño con el crecimiento de los más pequeños. Así, demostraron que esos estirones, que se producen de forma repentina, están relacionados con aumento de las horas que duerme el niño, como ocurre en esos periodos de enfermedad o cuando se tiene fiebre. Es más, comprobaron que casi la mitad de los bebés experimentan un pequeño estirón en las épocas en las que hay una siesta adicional o no habitual.

Sí que es cierto que, aunque la hormona del sueño se libere con más intensidad y frecuencia durante el sueño, también lo hace durante el resto del día. Así, se libera a pequeños chorros y en menor cantidad, en intervalos de tres a cinco horas a lo largo del día. Además, habrá otros muchos factores que intervendrán en el crecimiento de los niños y que estarán relacionados con una buena alimentación, la práctica de ejercicio de forma regular y los hábitos de vida saludable.

En algunas ocasiones aquellos niños que no crecen de forma correcta se les detecta un déficit de GH, o sea, de la hormona del crecimiento. Esto sucede en pequeños con algunos síndromes, como puede ser el síndrome de Turner o el de Prader-Willi. La hormona sintética del crecimiento humano tiene diversos efectos secundarios peligrosos, por lo que siempre tiene que estar indicada y administrada bajo supervisión de un especialista. Por tanto, el sueño será muy importante para los niños y, sobre todo, para aquellos de corta edad. Para que no haya problemas, habrá que establecer unas rutinas, que se deberán seguir día tras día.

El sueño es un proceso de gran importancia que ayudará a los niños a estar más descansados y a desarrollarse de forma adecuada y correcta. También, un sueño adecuado a su edad, lo que hará será garantizar un crecimiento más sano. Además, que el niño duerma correctamente hará que vosotros también podáis descansar y tengáis fuerza para el resto del día.