Si estás esperando un bebé, seguro que en tu cabeza ya habrás empezado a componer cómo imaginas su habitación. Y los más probable es que la visualices llena de detalles monísimos, que la convierten en un espacio de ensueño para tu futuro hijo. Disfruta del momento y empieza cuando tú quieras a mirar estampados para el papel pintado de las paredes, peluches que combinen entre sí o las cortinas que más te gusten. Pero ante todo, empieza a diseñar la habitación de tu bebé sabiendo cuáles son los elementos básicos que, no nos atrevemos a decir imprescindibles, porque las configuraciones que se pueden hacer en cada hogar son tantas como familias, pero que sí supondrán el punto de partida que garantiza la máxima comodidad para ti y para el bebé.
Dormir. Eso es lo que hace un bebé casi todo el día durante sus primeros meses de vida. Es muy posible que practiques el colecho, pero seguramente solo por la noche, y el resto del día tu hijo va a necesitar una buena cuna donde dormir. De hecho, nos atrevemos a decir que es lo único verdaderamente imprescindible en la habitación de un bebé.
Las más utilizadas son las de madera pintadas en color blanco, porque el material aporta calidez al l dormitorio y el color blanco ayuda a darle ese toque de luz y claridad que tan bien casa con lo que supone la llegada de un niño al mundo (y al hogar). Además, el color blanco te permitirá jugar con los textiles para dar al conjunto de la habitación el toque de color que más vaya contigo.
Si te planteas hacer de la cuna una buena inversión, es posible que te interese una convertible que pueda transformarse en una primera cama cuando sientas que la cuna se le queda demasiado pequeña, algo que ocurre más rápido de lo que nos imaginamos. Esta de Minimoi tiene un diseño que nos encanta, como cuna y como cama.
Ocupa el segundo puesto en la lista de importancia. Es posible que muchas veces acabes cambiando pañales encima de tu cama o en cualquier otro lugar de la casa, pero tener un cambiador hace que esta tarea resulte más cómoda (especialmente para ti) y muy eficaz. Un cambiador te permite almacenar toallitas, pañales y otros utensilios de aseo, incluso gasas o bodies limpios para tener siempre a mano. Y, gracias a su altura, no tendrás que agacharte ni adquirir malas posturas para realizar los cambios de pañal, algo que se hace muchas veces al día.
Una de las ventajas que tiene invertir en un mueble cambiador es que, una vez que el niño deja de usar pañal, puede servir para almacenar juguetes o incluso, como ocurre con este modelo de ikea, reutilizarse como escritorio cuando crecen.
Es cierto que los bebés tienen poca ropa y que esta apenas ocupa espacio. Pero si dispones de un armario de uso exclusivo para ella no se mezclará con la tuya, que seguramente no laves de la misma manera, y te permitirá tener un mejor control de lo que tienes disponible y lo que no. Además, cada vez tendrá más ropa y ocupará más, así que buscar un sitio para un armario, aunque no sea muy grande, será sin lugar a dudas una buena decisión. Este que te proponemos es de El corte inglés, e incluye todo tipo de baldas y cajones para que puedas organizar su ropita y accesorios como tú prefieras.
Una luz tenue en el dormitorio siempre resultará agradable para tu bebé, pero a ti también te será muy útil para comprobar cómo se encuentra mientras duerme, o para moverte por la habitación si lo necesitas sin tener que encender una luz que le pueda despertar o le resulte molesta.
Decídete por aplique en la pared o una que puedas mover a tu antojo solo con cambiar de enchufe. Lo importante es que la luz que ofrezca sea cálida y suave, y que nunca le dé directamente sobre el rostro. Las hay de muchos tipos y con diferentes formas que combinan seguro con el resto de elementos con los que decidas decorar la habitación, como esta con forma de estrella de Zara Home.
Vas a pasar muchas horas con el bebé en brazos: arruyándole para que se duerma, dándole el pecho, o dejándole que duerma sobre tus brazos. También vas a pasar tiempo vigilando la cuna para asegurarte de que duerme plácidamente, y el mejor lugar para que estés durante todo ese tiempo es sin duda un cómodo sillón.
Si el espacio de su habitación te lo permite, puedes poner uno como este de Minimoi, orejero y muy confortable, para que disfrutes al máximo del tiempo que pasas junto a tu bebé o acurrucándole en tus brazos.