Con caricias y susurros: la mejor forma de despertar a un bebé para comer
Lo más habitual es que un bebé se despierte por sí mismo cuando tenga hambre y pida comer.
Pero hay ocasiones en las que, por diferentes razones, es necesario despertarles para asegurar un ritmo concreto de comidas.
Te contamos cómo conseguirlo para que tu bebé se despierte sin sobresaltos y permanezca despierto durante la toma.
Que el bebé coma tanto como necesita es una de nuestras principales preocupaciones como madres. Y esta preocupación puede aumentar sobre si estamos practicando la lactancia, ya que no es tan sencillo comprobar cuánto come el bebé al día de la misma manera que con un biberón.
La realidad es que los bebés necesitan comer varias veces al día, pero también lo es que duermen casi todo el tiempo, aunque lo hagan a intervalos. Por esta, razón es habitual preguntarse si es necesario despertarles en algún momento para que coman. Y en el caso de que sea así, cuál es la mejor manera de hacerlo para que no se sobresalten.
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El sueño y el hambre de los bebés
Un recién nacido puede dormir unas 17 horas diarias, aunque lo haga, como hemos dicho, a intervalos. Pero esto no impide, por norma general, que el bebé se despierte cuando tiene hambre o necesita que le cambien el pañal. Por lo que, en principio, si no existen alteraciones, no es necesario despertar al bebé para darle de comer, ya que lo hará él solo cuando lo necesite.
De hecho, este sería uno de los principios de ofrecer la lactancia a demanda, que sea el bebé el que pida comer y, por supuesto, se le dé. Con el tiempo no solo podrás ir fijando a qué horas come, sino que será bueno para establecer unas pautas y hábitos alimenticios.
¿En qué casos es necesario despertar al bebé?
Existen diferentes motivos para despertar al bebé y darle de comer. Los expertos aseguran que si un recién nacido duerme tres horas seguidas no hace falta interrumpir su sueño, pero que si llega a cinco horas es conveniente darle de comer (y seguramente cambiarle el pañal). Del mismo modo que el bebé necesita dormir para desarrollarse correctamente, también necesita comer con frecuencia para mantener los niveles óptimos de hidratación y de glucosa en sangre. A medida que el bebé crece, las horas que duerme aumentan, y pueden pasar tranquilamente 5-6 horas sin comer sin que haya ningún problema.
Hay casos más concretos en los que hay que respetar las pautas de alimentación que marque el pediatra, como cuando el bebé es prematuro, ha nacido con bajo peso, no gana peso o lo pierde, o tiene alguna enfermedad. Entonces habrá que ser más rigurosos con las horas a las que le damos de comer y, seguramente, muchas veces coincidan con que esté durmiendo. Entonces no quedará más remedio que despertarle, y aquí tienes nuestras sugerencias para hacerlo.
Cómo despertar a un bebé para comer
Nos guste o no, el bebé tiene que estar despierto para succionar correctamente y tomar la cantidad de leche necesaria. No basta con acercarlo al pecho en muchas ocasiones, sino que tenemos que animarle a permanecer despierto, siempre con cuidado y mucho cariño.
Cuando lo cogemos en brazos para acercarlo al pecho es posible que se despierte en un primer momento, pero que la succión le haga dormirse de nuevo. Evítalo acariciando suavemente sus mejillas y hablándole en tono de susurro.
Al cogerlo en brazos hemos de hacerlo con delicadeza, hablándole o cantándole, con una luz tenue, y solo encender una más potente si está completamente despierto. Antes de volver a acostarle, aguanta con él en brazos para que expulse los posibles gases acumulados y, de paso, le puedas cambiar el pañal.
Si le cuesta despertar, insiste. No le va a resultar más agradable que lo intentes unos minutos después. Si se resiste, prueba a darle un ligero masaje en los pies que consiga activarle y hacer que se despierte.
Hay también quien recomienda, si la cosa se complica, cambiarle de ropa o de pañal. Siguen siendo gestos cotidianos, y pueden ser muy útiles para conseguir nuestro objetivo.