El parto es uno de los momento que más preocupa tanto a la madre como al padre pues, aunque gracias a la medicina son de lo más seguros, siempre puede existir alguna que otra complicación, como la distocia de hombros en el parto. Un parto puede parecer que va bien, pero tras salir la cabeza puede que sean necesarias varias maniobras para que el bebé pueda salir porque los hombros se han quedado encajados e impiden continuar con el parto, por lo que la reacción de los profesionales sanitarios es clave. ¿Es frecuente que se produzca la distocia de hombros? ¿Puede tener alguna consecuencia grave sobre la madre o el recién nacido?
Esta complicación del parto no suele ser frecuente, pues suele presentarse en menos de un 1% de los partos teniendo en cuenta que muchos de ellos se producen con cesárea. Cuando el hombro del bebé queda encajado tras la pelvis de la madre después de salir la cabeza del pequeño es cuando se habla de distocia de hombros, una de las situaciones de más alto riesgo de un embarazo por las complicaciones que puede traer.
A pesar de que es algo totalmente imprevisible, siempre hay ciertos factores que pueden alertar a los médicos antes del parto para tener en cuenta que es posible que la distocia de hombros se presente en el momento, siendo uno de ellos el peso del bebé. Esto se debe a que a partir de los cuatro kilos hay más riesgo de que se presente. La diabetes de la madre también es otro factor que puede aumentar el riesgo, así como la obesidad de la madre o ganar más peso de la cuenta durante la gestación. Al no poder prevenirse, lo mejor es intentar controlar esos posibles desencadenantes durante todo el proceso de gestación.
La gestión del equipo médico es clave en estos casos para evitar daños tanto en la madre como en el bebé. Entre las complicaciones que la madre podría sufrir están los desgarros perianales, hematomas vaginales o hemorragias durante el postparto. En cambio, el bebé podría tener problemas para respirar pudiendo llegar a asfixiarse, además de posibles fracturas de clavícula o del húmero. En menor medida podría producirse su fallecimiento, por eso la actuación de los sanitarios es tan importante para maniobrar bien el cuerpo del bebé para que salga sano y salvo.
La Organización Mundial del la Salud (OMS) dispone de una guía con una serie de pautas para manejar las distintas complicaciones que se pueden dar en el parto, como la distocia de hombros. Para este problema avisan de que el equipo médico siempre debe estar preparado para atenderlo, especialmente cuando es el parto de un bebé más grande de lo normal. Además de la ejecución médica, saber guiar a la madre también es importante.
Para empezar hay que pedirle a la madre que flexione sus rodillas y las lleve a su pecho, para lo que se puede tener la ayuda de cualquier enfermera que se encuentre en la sala. De esta manera la zona pélvica se abre mucho más, por lo que será más sencillo para los médicos poder maniobrar e intentar sacar al bebé sin ningún problema, ni para el niño ni para la embarazada. En caso de que estas medidas no funcionen habrá que tomar otras más extremas e invasivas para poder sacarlo.
La distocia de hombros no deja de ser un problema del parto poco común pero bastante peligroso, por eso siempre hay que estar alerta ante cualquier complicación, en especial si se cumple algún factor que pudiese desencadenar la distocia de hombros en mitad del parto y complicarlo más de la cuenta. En caso de que ocurra, los profesionales sanitarios sabrán como actuar.