¿Por qué los niños no deben ver 'El juego del calamar'?

  • Si hay una serie que en los últimos meses ha sido un éxito de audiencia a nivel mundial esa es, sin duda, “El juego del calamar”.

  • La serie coreana de Netflix ha calado entre el público pero, aunque está dirigida a los adultos, son muchos los niños que ya la han visto.

  • La recomendación de los expertos es que los menores no vean “El juego del calamar” bajo ningún concepto, y te contamos por qué.

Cada cierto tiempo aparece una nueva serie que se convierte en todo un fenómeno a nivel mundial, y en los últimos meses la gran triunfadora ha sido, sin ninguna duda, “El juego del calamar”. La serie surcoreana de Netflix ha conseguido unas audiencias en su estreno que lo ha convertido en el más exitoso de la plataforma, además de acaparar todo tipo de contenidos, tanto en titulares y críticas, como en redes sociales.

Uno de los aspectos más llamativos que ha tenido la serie ha sido que, a pesar de estar dirigida a espectadores mayores de 16 años, ha conquistado a niños de todas las edades en todo el mundo. Sabemos que hay mucho contenido de este tipo que, a pesar de estar clasificado como no apto para menores de esta edad, son vistos por muchos niños.

Pero el carácter marcadamente violento de “El juego del calamar” ha disparado las alarmas a nivel social, al ver la gran cantidad de niños que la han visto (y han enloquecido con ella). Para los expertos en educación y psicología la posición es clara, unánime y rotunda: los niños no deberían ver esta serie. Te contamos de qué trata y por qué no deberías dejar que tus hijos la vieran.

¿De qué va “El juego del calamar?

La serie muestra a gran parte de una sociedad formando parte de un concurso de supervivencia en el que hay que superar juegos tradicionales infantiles, como el escondite inglés o las canicas. Su pierdes no te eliminas, sino que mueres.

¿La razón para jugar? Un premio que asciende a 39 millones de dólares, y que impulsa a 456 personas a poner su vida en juego. Todas ellas tienen serios problemas económicos y están en riesgo de exclusión social. Los juegos, que se convierten en sangrientos, llevan a los participantes a tomar decisiones extremas.

La crítica ha alabado esta ficción coreana creada por Hwang Dong-hyuk, que plantea una reflexión sobre las trampas del sistema capitalista en el que vivimos cuando la pobreza y la desigualdad predominan sobre el bienestar. Pero, en cualquier caso, hablamos de su valor para un público adulto, y no para niños (ni siquiera adolescentes).

Una serie muy violenta

Si hemos cuidado hasta el momento el contenido visual al que acceden nuestros hijos, que una serie haya alcanzado este nivel de fama mundial no es una razón para dejar de hacerlo. “El juego del calamar” muestra todo tipo de escenas de alto contenido violento, como torturas, asesinatos y violencia sexual hacia la mujer. Los niños son muy sensibles ante la violencia, y además de afectarles emocionalmente, pueden llegar a normalizarla.

Una estética infantil que favorece la imitación

A pesar de mostrar una realidad durísima, la serie recurre a juegos infantiles y a una estética afín, que hace que los niños se identifiquen de manera errónea con ella. Además, su tendencia es actuar por imitación, y que los mismos juegos con los que ellos pasan sus tiempos de recreo tengan un carácter violento facilita que se confundan los límites entre lo que pueden hacer y lo que no. De hecho, hay colegios que han denunciado que algunos niños que penalizan a quien pierde al escondite inglés pegándole.

No entienden el trasfondo social de la serie

Tal y como te contábamos, gran parte del éxito de la serie se debe a su original forma de hablar de las desigualdades sociales en una sociedad capitalista. Este detalle tan importante, no es comprensible para los niños, que al final solo perciben la violencia aplicada a los juegos infantiles. Y puesto que tiempo tendrán de ver todo tipo de contenidos pensados para adultos, la recomendación es, como ya sabes, que sigan viendo series y películas aptas para su edad que, además de entretenerles, favorezcan un desarrollo emocional y de conducta tan positivo como realmente quieres.

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