Aprender a leer es para un niño un momento único en la vida en el que abren una gran ventana al mundo que les rodea. Hay niños más precoces que otros a la hora de desarrollar sus capacidades lectoras, y es fundamental respetar en todo momento el proceso madurativo del pequeño. Los colegios disponen de sus propios proyectos educativos para garantizar que los niños aprendan a leer, pero fomentar este aprendizaje desde casa es fundamental. Siempre, como decimos, respetando el proceso madurativo de cada niño. Y para ello no hay mejor manera de hacerlo que a través del juego.

Letras, sílabas y palabras pueden convertirse en las protagonistas de todo tipo de juegos, y todos ellos muy sencillos de hacer y preparar. La idea de que lo que ocurre en el colegio y en casa no sean cosas diferentes hace más sencillo cualquier aprendizaje, y que sea divertido todavía más. Esto último, sin duda es lo más importante. Tómate estas ideas como lo que son, juegos. Y disfruta junto a tus hijos de ese momento tan importante que es el descubrimiento del lenguaje escrito a todos los niveles.

Tu hijo ya empieza a conocer las letras, pero de manera aislada. Proponle ser un cazador de letras que tiene que encontrar la letra que le digas dentro de diferentes palabras que puedes escribir en tarjetas. Y una vez que la encuentre, no olvides decir en voz alta la palabra completa. También puede rodear la letra en rojo, y así llegará un momento en el que habrá cazado una palabra por completo cuando haya conseguido rodear todas las letras.

Este juego es perfecto para jugar con toda la familia o con otros niños. Puedes hacer tu propio bingo recortando fichas, poniendo en cada una de ellas una letra del abecedario y guardándolas en una bolsa. Luego haz tarjetas como las del bingo tradicional, pero sustituye los números por letras. Cuando saques, una a una, las letras de la bolsa cada jugador marcará la que coincida con la que tiene en su tarjeta, y podrá cantar tanto línea como bingo según corresponda.

Los libros con pictogramas son perfectos para aprender a leer. Sustituyen determinadas palabras del cuento por una imagen que el niño puede reconocer con facilidad. Lee el cuento en voz alta a su lado y deja que él diga la palabra que representa el dibujo cuando llegue el momento. Al terminar, revisad juntos la leyenda de pictogramas para que asocie la imagen a la palabra escrita.

La plastilina es uno de los juguetes preferidos de los niños de corta edad, además de ser uno de los más recomendables tanto para desarrollar su imaginación como la psicomotricidad fina. Les encantará la propuesta de hacer diferentes letras con plastilina. Puedes empezar con las vocales y continuar con su nombre, con “mamá” o “papá” o con el de muñecos que sean importantes para él.

Cuando aprenden a leer los niños suelen silabear, es decir, marcan cada sílaba para aprender a pronunciar la palabra completa. Podéis jugar a decir palabras cortas y a separar las sílabas con una palmada. Por ejemplo co-che, dando una palmada tras “co” y otra tras “che”. Cuando se maneje bien con palabras de dos sílabas puedes ir aumentando el número a tres y a más.

La puedes hacer tú misma. Dependiendo de la edad del niño podéis jugar a encontrar diferentes letras o palabras. Si se trata de palabras, procura que la sopa no tenga muchas letras y que las primeras veces la mayoría de palabras estén escritas en horizontal. Es un juego, como el resto, y debe sentirlo como algo divertido y que puede lograr aunque incluya un aprendizaje.

Fácil, divertido y se puede jugar en cualquier sitio. Encadenar palabras es uno de eso juegos casi populares que conecta la mente del niño con las palabras y pone a funcionar su cabeza sin dejar de disfrutar en todo momento. Es tan sencillo como que uno dice una palabra y el siguiente dice otra que debe comenzar por la última sílaba de la palabra anterior.

Para este juego puedes utilizar la bolsa de letras del bingo. La idea es que el niño saque una letra de la bolsa y le ayudes a buscar cosas que haya en la casa que empiecen por esa letra. Seguro que le sorprende todo lo que puede encontrar. Probad con diferentes letras e, incluso, animaos a hacer un recuento de cuántas cosas habéis descubierto con una letra.

A los niños, por lo general, les encanta ayudar en la cocina. Y les encantan las galletas. Y les encanta jugar. Ahora lo juntas todo y tienes por delante una tarde de lo más divertida cocinando con tu hijo galletas en forma de letras (venden los moldes). Una vez que las galletas estén hechas podéis jugar a formar palabras o, sencillamente, a distinguir las diferentes letras entre sí. Y, por supuesto, el final del juego es comerse sus letras-galletas favoritas.