Elena Furiase narra sus problemas al buscar ropa premamá: "Nos tenemos que seguir vistiendo"
La actriz volverá a ser madre este verano, tres años después de dar a luz a Noah, su primer hijo
Furiase se ha sincerado en estos meses sobre los miedos y los momentos positivos de su embarazo
En sus stories de Instagram ha compartido con sus seguidores sus dificultades al comprar ropa premamá
A principios de año se anunciaba el segundo embarazo de Elena Furiase, que volverá a ser madre tres años después del nacimiento del pequeño Noah. La actriz nunca había ocultado su deseo de ampliar la familia que forma junto a su chico, Gonzalo Sierra. Y desde entonces, Furiase está utilizando sus redes sociales para narrar cómo está viviendo este nuevo embarazo, un tiempo en el que ha habido hueco para sincerarse sobre sus miedos o para mostrar la evolución de su tripa. Ahora que encara el último trimestre de gestación, la artista ha utilizado su perfil para hacer públicos sus problemas a la hora de encontrar ropa premamá.
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La actriz quiso ser cuidadosa durante los tres primeros meses, los "más delicados". Pero una vez superado ese primer tercio, ha vuelto a hablar con sinceridad sobre el embarazo, como hizo cuando dio a luz a Noah. El miedo a contraer el coronavirus ha sido uno de los temas sobre los que se ha pronunciado. Elena extremó las precauciones para evitar un contagio que, finalmente, se acabó produciendo, sin revestir gravedad. Y ahora ha querido poner el foco sobre un tema completamente distinto.
La reivindicación de Elena Furiase al intentar comprar ropa premamá
Elena ha comenzado sus stories declarando que venía "un poco reivindicativa". Según lo que ha contado, había estado mirando en varias páginas web de moda en las que se puede encontrar ropa premamá. Y en buena parte de los portales que visitó detectó un patrón curioso en el que no había reparado anteriormente: en la mayoría de las fotografías de dichas webs las modelos que muestran la ropa no están embarazadas, simplemente posan con una tripa falsa para hacer una idea a la clienta de cuál puede ser el aspecto de la prenda puesta en el cuerpo.
Para la actriz, la decisión de optar por cuerpos "90-60-90 o, muchas veces, 80-50-40" provoca que no se refleje la realidad del cuerpo de una mujer embarazada y dificulte la valoración a la hora de comprar. Al lucir las prendas premamá con dicha tripa falsa, la ropa no sienta igual que en el cuerpo real de una mujer que está atravesando un embarazo. "A una mujer embarazada de verdad los brazos o los muslos le crecen, las tetas no son tetas, la cara nos crece, todo nos crece". Aunque Furiase admite que sí existen casos de mujeres en las que el cuerpo apenas atraviesa cambios durante la gestación, apunta que no es lo habitual.
"Es muy difícil comprarte algo online cuando ves que está la modelo tan mona, con su bracito tísico […], su pierna superfibrosa y fenomenal, su clavícula, apenas sin pecho y una barriguita muy mona. Eso no es un embarazo normal, eso no nos hace una idea de cómo nos va a quedar el vestido, el traje o el pantalón", ha reivindicado la actriz. Y, para concluir, la hija de Lolita ha querido lanzar dos mensajes.
Por un lado, sobre la necesidad de contratar a modelos que estén realmente embarazadas, que entiende que estarán "deseando trabajar". Por otro, una defensa del cuerpo cambiante de la mujer embarazada. "Seguimos siendo bellas y estupendas, y estamos felices, pero también nos tenemos que seguir vistiendo", ha zanjado la actriz.