Encías inflamadas durante el embarazo: cómo afecta la gestación a la boca
Durante el embarazo es normal que notemos nuestras encías más sensibles e inflamadas, algo a lo que es necesario prestar mucha atención.
Las visitas al dentista y los cuidados específicos de la boca son imprescindibles para garantizar la buena salud de la madre y del bebé.
Hablar de embarazo es hablar de revolución hormonal a todos los niveles, y esa es la principal causa de que nos encontremos con cambios inesperados (pero completamente normales) en nuestro cuerpo durante los meses de gestación. Una de las consecuencias más frecuentes de esa alteración hormonal, que afecta a entre un 60 y un 70% de mujeres embarazadas, es la inflamación de las encías.
Esto no es solo algo molesto, sino que también puede traer complicaciones de salud, tanto a la futura madre como al bebé (nacimiento prematuro, con bajo peso, o incluso muerte fetal), por lo que es importante prestarle atención y no descuidar las visitas necesarias al dentista.
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Si descubres que te sangran las encías al cepillarte, o las tienes hinchadas, enrojecidas, inflamadas o doloridas, lo más posible es que tengas gingivitis, que se produce cuando la placa y las bacterias que esta contiene se acumulan en los dientes. Ahí producen toxinas que terminan por irritar las encías y causar la inflamación.
¿Por qué se produce la gingivitis en el embarazo?
La causa de la inflamación de las encías durante el embarazo es, como hemos dicho, hormonal. El aumento de la progesterona hace que aumente el flujo sanguíneo,de la madre, porque lo necesita para que al bebé le llegue todo el alimento que necesita. Este aumento del flujo es el causante de que se produzcan sangrados en la nariz, que aparezcan varices o que se inflamen las encías. En lo referente a las encías, las molestias pueden darse en cualquier momento, pero suelen darse con mayor intensidad durante el segundo trimestre de embarazo. Y si ya hemos tenido algún problema de sangrado o inflamación en las encías, previamente al embarazo, es más probable que lo tengamos ahora. De hecho, hay hasta un 100% de posibilidades de que esto ocurra si ya se han tenido problemas gingivales con anterioridad al embarazo.
Afecciones relacionadas con la inflamación de las encías
La inflamación de las encías o gingivitis gestacional no es solo un episodio molesto que podemos pasar por alto, sino que debemos prestarle atención para mantenerla a raya con la correcta higiene dental para evitar cualquier tipo de infección bucal o de caries.
La complicación más común que puede darse tras una gingivitis es la periodontitis o piorrea, que si no se ataja a tiempo puede ocasionar la debilitación de los tejidos y huesos que sostienen los dientes, haciendo que los perdamos. La periodontitis es especialmente grave durante el embarazo porque las defensas están más bajas de lo habitual y puede avanzar con más rapidez, además de resultar un factor de riesgo para el correcto desarrollo del feto.
Existe una complicación menos frecuente, pero que también se da, que es la aparición de formas tumorales en las encías asociadas al embarazo. Lo más frecuente es la formación de nódulos en las encías, de pequeño tamaño y de consistencia blanda, que sangran con facilidad durante el cepillado o incuso al comer. Suelen aparecer en el maxilar superior, en los incisivos y, por suerte, se trata de tumores benignos, que más allá de la molestia no conllevan ningún riesgo para la salud, pero que hay que tratar con la correcta higiene dental. En la mayoría de los casos estos bultos remiten tras el embarazo, pero si no es así o resultan demasiado molestos pueden eliminarse mediante la cirugía.
Cómo cuidar de las encías durante el embarazo
El mejor cuidado siempre es la prevención, incluso antes del embarazo. Los buenos hábitos que conllevan una correcta higiene bucal y un control de la placa pasan por la higiene diaria y las pertinentes visitas al dentista. Y dado que estamos hablando de prevenir complicaciones que pueden suponer un riesgo para la salud del bebé y de la madre, no está de más prestar una especial atención no solo al hecho de lavarse los dientes después de cada comida, sino de hacerlo con productos adecuados que nos ayuden a evitar la acumulación de placa en las encías y la inflamación consecuente.
Al menos durante el embarazo, utiliza a diario una pasta dentífrica y un enjuague bucal que sean específicos para tratar y evitar la placa y la gingivitis. Si cuentas con un cepillo eléctrico de filamentos suaves te resultará más sencillo eliminar la placa.
Al menos una vez al día utiliza un hilo dental para asegurar la correcta limpieza de la boca, además de utilizar un enjuague bucal que no contenga alcohol.
Si padeces náuseas es importante que te cepilles la boca cada vez que tengas un episodio de vómitos, por pequeño que sea, para evitar que tus dientes y encías se vean afectados por los ácidos.
Ya sabemos que el tabaco es extremadamente perjudicial para la salud del feto y de la madre durante el embarazo, pero además, en lo referente a la salud dental, puede causar la destrucción del tejido periodontal.
Cuida también de tu alimentación y evita el exceso de azúcares, del mismo modo que las bebidas muy ácidas, porque pueden dañar el esmalte dental. Puedes ayudar a reforzar tus encías tomando alimentos ricos en vitamina E y C, como frutos secos, pescado, verduras de hoja verde y frutas de todo tipo.