La forma de la cabeza del bebé al nacer: ¿qué es normal y cuándo hay que preocuparse?
Uno de los aspectos que más preocupan a los padres cuando nace su bebé es la forma de su cabeza, probablemente porque será una de las partes más visibles y delicadas.
La forma del cráneo podrá cambiar tras salir por el canal de parto o después del nacimiento. Eso sí, habrá que tener en cuenta qué será preocupante y qué no.
Cuando un bebé nace es muy normal que nos preocupemos por una infinidad de aspectos. Una de las primeras cosas en la que se fijan los padres, al ser una de las más visibles, es la cabeza. Muchos recién nacidos tienen la cabeza más irregular y los progenitores se preguntarán si esto va a cambiar con el paso del tiempo o cuándo será necesario un tratamiento.
En la mayoría de ocasiones, la cabeza del bebé adquiere una forma desigual al atravesar el canal de parto. En otros casos, la forma de la cabeza puede cambiar después del nacimiento, como resultado de la presión que se genera en la parte posterior cuando el bebé se queda recostado boca arriba. Además, en la parte superior de la cabeza del bebé se observarán dos zonas blandas en las que los huesos del cráneo aún no se han unido. A estos puntos se les denomina fontanelas y permiten que la cabeza del bebé, que es relativamente grande, se desplace por el estrecho canal de parto. También, servirá para adaptarse al cerebro en rápido crecimiento del bebé durante la niñez.
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En sus primeras semanas el cráneo del bebé será muy maleable
Sin embargo, debido a que el cráneo del bebé es todavía muy maleable, la tendencia de colocar la cabeza en la misma posición puede causar una forma desigual del cráneo. Esto se conocerá como plagiocefalia posicional. Sí que es cierto que los padres tendrán que estar muy pendientes de la evolución de los pequeños y, sobre todo, tendrán que saber distinguir qué es normal y qué no.
Cabe destacar que el moldeado posicional podrá ser más notable si observas la cabeza de tu bebé desde arriba. Desde esa postura, la parte posterior de su cabeza podrá verse más plana de un lado que de otro. Además, la oreja de ese lado plano podrá parecer que está impulsada hacía delante. Eso sí, en términos generales, se considera que ese moldeado posicional es un problema estético y, por tanto, no irá a más. Las áreas planas, que están relacionadas con la presión en la parte posterior de la cabeza, no producen daño cerebral ni interfieren en el desarrollo del bebé.
También, tendrás que recordar que dedicar mucho tiempo a preocuparte por la forma de la cabeza de tu bebé podrá alejarte de disfrutar de aquellos primeros momentos de vida. Por eso, basta con acudir con regularidad a la cita con el especialista para saber distinguir aquello que pueda salirse de lo normal. Además, en unos pocos meses, cuando el pequeño ya tenga un buen control de la cabeza y del cuello, se podrá mantener la presión distribuida en el cráneo de una manera más regular.
Qué hacer si el pequeño presenta irregularidades
En el caso de que tu pequeño presente ciertas irregularidades en su cráneo, el especialista realizará un examen físico para diagnosticar plagiocefalia posicional. Los cambios en la forma en la que acomodas al pequeño pueden minimizar esa desigualdad y acelerar su resolución. Por tanto, se podrán aplicar estos cambios. Una de las cosas más importantes que habrá que hacer será cambiar la dirección. Para ello deberás colocar al bebé boca arriba para dormir, pero habrá que alternar la dirección hacia la que mira la cabeza cuando se pone la cuna.
También, podrás alternar los brazos para sostener en brazos al pequeño después de cada toma. Si tu bebé vuelve a su posición inicial mientras duerme, lo mejor será que se cambie esa posición. Además, alzar a tu pequeño cuando está despierto ayudará a aliviar esa presión que siente sobre su cabeza provocada por los columpios, los coches y las sillas para bebés. Otra manera será probar, durante un tiempo, boca abajo. Para ello, habrá que colocar al pequeño en esta posición para jugar, siempre y cuando puedas controlarlo de cerca. Además, asegúrate de que la superficie sea firme.
El tratamiento
Si cuando el pequeño haya cumplido los seis meses esto no mejora o si el pequeño tiene más de ocho meses y presenta una deformidad grave, el médico podría recomendar un casco moldeador para ayudar a formar la cabeza del bebé. Este tipo de accesorios ayudan a formar la cabeza del bebé. También, aliviará la presión sobre el lado más aplanado de la cabeza del bebé. Estos serán más eficaces si el tratamiento comienza entre los cuatro y los doce meses.