No era difícil empatizar con Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez cuando este lunes, a última hora de la tarde, medio planeta nos enteramos por sus redes de que habían perdido a uno de los bebés que estaban esperando. Eso que describían como “el dolor más grande que unos padres pueden sentir” era un concepto intangible que cualquiera podía cuantificar al leer aquel comunicado en el que también anunciaron que su otra melliza había sobrevivido al parto.
Ahora, tras el shock que supone la muerte de un niño cuya llegada llevaban nueve meses ansiando, a la pareja les toca atravesar un duro proceso de asimilación que han pedido afrontar desde la privacidad. Tras una muerte perinatal, los padres se enfrentan a un complicado duelo sobre el que en Divinity.es hemos querido saber más hablando con una profesional que nos cuente los procesos que podrían seguir los Aveiro Rodríguez para intentar aliviar en ellos y su entorno la vivencia de este episodio traumático.
Tal y como nos ha explicado la psicóloga Teresa Terol, autora del podcast de psicología 'Valientemente', lo primero que han de entender es que el duelo no es más (ni menos) que “una pérdida que se gestiona a través de las herramientas con las que uno cuenta”. Cada persona lo vive a su manera. Y la única diferencia que se van a encontrar Cristiano y Georgina con respecto a otros padres que, por ejemplo, pierden a un hijo que ya es adolescente en un accidente de tráfico, la encontrarán en la reacción de su entorno.
En casos de muertes neonatales es muy habitual que “la gente deje de preguntarte”. Los tabúes que existen alrededor de este tipo de fallecimientos tienen mucho que ver con que “la sociedad no te permite vivir el duelo, no entiende que estés un año fastidiado porque, al final, si no le has conocido, no es para tanto”. Y en su caso, en el que algunos ven ‘consuelo’ en que su otra hija esté sana, aún más.
Lo que estarán experimentando Cristiano y Georgina en estos momentos es, en palabras de Terol, una mezcla de “emociones disonantes o contradictorias”. ¿Cómo se compagina la ilusión de haber sido padre con la pena de haber perdido a uno de tus hijos? Ambos han de saber que todos estos sentimientos “tienen valor y deben ser vividos y aceptados”. Y es aquí donde entran en juego otros factores como la culpa.
A esa “profunda tristeza” que han manifestado por la pérdida de ese hijo se suma el “no poder atender al cien por cien a tu otro bebé porque no estás con el estado de ánimo que se esperaría de ti en una situación normal”. También condiciona a nivel emocional el hecho de “sentir alegría” o disfrutar de esas primeras veces con su niña, a la que aún no han querido poner nombre, después de lo que acaban de pasar.
“Esto puede darse también al presentarlo en sociedad, al compartir espacio con tu entorno y mostrarte bien de cara a los demás”, apunta la psicóloga. Es en estos casos en los que es de vital importancia la comunicación familiar.
Lo correcto, desde el punto de vista de Teresa Terol es que desde ya se cree una red de comunicación “saludable, abierta y disponible” en la que, como en cualquier duelo, los padres reciban toda la atención de los suyos.
Preguntas como “en qué te puedo ayudar”, estar presente, hacer ver que pueden recurrir a ellos y, sobre todo, no quitarle importancia a lo que están pasando son posturas que podrían adoptar tanto la madre y hermanas de Cristiano Ronaldo como la hermana de Geo, Ivana Rodríguez, gran apoyo de Georgina en este trance, para que los padres se sientan acompañados.
Seguir esta línea evita que se generen situaciones donde no hay transparencia. “La familia está ahí para apoyarse de una forma limpia”, reivindica. Sin embargo, cuando salgan del mundo de los adultos y les toque sentarse con sus otros hijos, su forma de afrontar el duelo ha de ser distinta.
Esos cuatro hermanos mayores que esperaban que vendrían dos nuevos miembros al clan y que, de pronto, se toparán con uno, merecen una explicación adecuada a su edad. De esta forma, sobre todo a Alana, Eva y Mateo, que tienen cuatro años, tendrán que contárselo de una forma “clara y adaptada, desde el cariño”, huyendo de “metáforas raras que les desconcierten”. En estos casos es recomendable apoyarse en ayuda profesional para comunicarlo de la mejor manera posible.
Ese bebé que han perdido Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez ya era “real” antes de su fallecimiento. A pesar de que no sobrevivió al parto, lo que nos intenta hacer entender Toral es que en esos nueve meses previos del embarazo (sumados a las expectativas que pudiesen haberse creado antes de concebirlo) ya se había creado un gran vínculo.
La madre tiene una ligazón aún mayor, en gran medida que ha estado una etapa de su vida albergando en su cuerpo (con todo el impacto emocional que eso implica) a ese bebé. También el resto de la familia suele tener un gran vínculo, pues ya se imaginaba cómo sería su vida con él, ya le había escogido un nombre o incluso le había puesto cara en ecografías. Por eso no hay que caer en el error habitual de dejarlo pasar y, de nuevo, convertirlo en un tabú.
“La gente suele tender a tratar al bebé que ha sobrevivido como hijo único, no como un niño que ha perdido a su hermano mellizo. Lo más importante es no tapar el problema y hacer como que esto no ha pasado para que no duela”, apunta.
Por todo esto, aunque no tengas mucho a lo que aferrarte, Teresa Terol (cuyo perfil de Instagram es @terol_psicologia) ve positivo que en situaciones de este tipo se lleve a cabo un ritual de despedida. “Con las cositas que tuvieses preparadas, con el entorno más íntimo, es positivo que se escriba algo en una caja, que se hable de lo que ha sucedido en un pequeño acto que integre la vivencia que acaban de sufrir”.
Todos estos pequeños grandes pasos han de darse, como parece que es su intención, desde la privacidad. El evidente impacto mediático de ambos padres no debe impedirles dedicarle el tiempo necesario a este duelo, no dejarte llevar por el pensamiento de que, al no haber conocido a tu hijo, esto es algo que “hay que superar rápido”. “No se trata de regodearnos en las emociones que nos brotan, pero sí de aceptar que están ahí”, insiste.
Cortar con su actividad en redes, apostar por el silencio, no escuchar esas opiniones que se están vertiendo a nivel mundial sobre su situación personal, es una forma correcta de enfrentarse a su realidad actual. Aprovechar este tiempo para, según Terol, “centrarse en ellos, en su familia, en estar bien, en vivir el duelo y en aceptar la tristeza y la alegría, entender que ambas caben”.