Hace justo un mes que Georgina Rodríguez y Cristiano Ronaldo experimentaron "el dolor más grande que unos padres pueden sentir". Tras nueve meses de ilusionante espera, la modelo perdía a uno de sus dos mellizos en el parto. Una noticia que dieron vía comunicado desde la "más profunda tristeza" y que aún están tratando de gestionar desde su hogar en Manchester (Inglaterra). Allí, arropados por sus hijos Alana, Eva, Mateo y Cristiano Junior, lo que les está dando la "fuerza" necesaria para "vivir este momento con algo de esperanza y felicidad" es poder disfrutar de la niña que sobrevivió.
Bella Esmeralda es el nombre escogido para la que ya es la quinta hija del futbolista. Para respetar la triste pérdida de su hermano, sus padres esperaron varios días para presentarla en sus redes sociales a través de un post en el que celebraban que, después de la tragedia, por fin estaban todos en casa. Y ahora parece que poco a poco, sin olvidar lo que pasó aquel horrible 18 de abril, están logrando volver a la normalidad.
Así nos lo ha demostrado la propia Georgina en sus stories. A diferencia de Cristiano, cuyos compromisos laborales con el Manchester United le obligaron a incorporarse al trabajo pocos días después de lo sucedido, Rodríguez ha optado por mantener el silencio y limitar su actividad en Instagram.
Ya nos lo advirtió la psicóloga Teresa Terol, con la que hablamos el día después de que perdiesen a su bebé. Lo importante era "centrarse en ellos, en su familia, en estar bien, en vivir el duelo y en aceptar la tristeza y la alegría, entender que ambas caben", nos recalcó.
Y ahora, con las primeras fases de ese complicado duelo ya superadas, la de Jaca (Aragón) ha compartido una de esas fotos que nunca faltaban en su feed previo al nacimiento de Bella Esmeralda. Desde su gimnasio, motivada para volver a ponerse en forma tras nueve meses de embarazo gemelar, Gio ha publicado una foto-espejo con sus inseparables mallas, un top y una especie de faja en el vientre.
La semana pasada, aunque desde el perfil de su chico, también pudimos ver a Rodríguez esbozar una breve sonrisa durante un viaje exprés a Portugal, la tierra de los Aveiro y su refugio para desconectar. Desde la cubierta de un barco, ella y Cristiano posaban mirando a cámara para volver a agradecer (y también para tranquilizar) a todos esos millones de fans que les escriben a diario preocupados por cómo están llevando el duelo.