Hidrocele en los recién nacidos: qué es, cuáles son lo síntomas y cómo es el tratamiento
La hidrocele es una hinchazón que se produce en el escroto. Lo cierto es que no suele ser dolorosa y se podrá hacer vida con normalidad.
En la mayoría de casos, suele desaparecer con el paso del tiempo. Aunque eso sí, será muy importante consultar con un especialista su tratamiento para que no se agrave la situación.
Una hidrocele es una hinchazón en la zona del escroto, es decir, el saco delgado que contiene los testículos. Esta complicación se produce cuando se acumula demasiada cantidad de líquido en el interior del saco. Además, se trata de una afección que, en su mayoría, suele afectar a los recién nacidos, aunque también pueden sufrirla los niños y los adolescentes. También, se han dado casos en hombres mayores. Aunque, en un principio, parezca una complicación seria, lo cierto es que, especialmente cuando surge, no suele afectar de ninguna manera a los testículos, pero sí que podrá provocar cierto dolor e incomodidad en la parte baja.
Lo más normal es que desaparezca por sí solo, aunque si con el paso del tiempo no se ha ido, lo mejor será consultarlo con un especialista. Por eso, siempre será necesario acudir al médico cuando comiencen a aparecer las primeras señales, para que este nos dé un diagnóstico claro. Eso sí, antes de nada, habrá que tener claro en qué consiste esta afección y si el bebé correrá algún tipo de peligro. Lo más importante que debes saber es que una hidrocele consiste, básicamente, en un saco lleno de líquido, que tiende a formarse alrededor de alguno de los dos testículos.
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Qué es la hidrocele
La hidrocele, como se explica desde la revista 'Reproducción asistida ORG', suele ser más común en los recién nacidos y en los bebés, aunque se sabe que los adolescentes también pueden llegar a sufrirlo en algún momento de su vida. Además, se calcula que entre un diez y un quince por ciento de los bebés nacen con este tipo de afección. Lo más importante será que los padres de los recién nacidos con hidrocele estén tranquilos, ya que no es una complicación demasiado grave. Generalmente, como hemos comentado, no se trata de ninguna amenaza para los testículos. Es más, suelen ser indoloros y pueden llegar a desaparecer sin ningún tipo de tratamiento médico. Sin embargo, cuando surge una hinchazón en el escroto, debido a que es una zona muy sensible, lo mejor será siempre consultarlo con un especialista. Así, se podrán descartar otras causas mucho más graves como el caso de cáncer de testículos.
¿Por qué se produce?
Respecto a las causas de la hidrocele, cabe destacar que, hacia el final de embarazo, los testículos de los niños van descendiendo desde el abdomen hasta el escroto. Durante su desarrollo fetal, cada testículo cuenta con un saco natural a su alrededor que está lleno de líquido. Normalmente, este sacó tenderá a cerrarse y, tras esto, el cuerpo absorberá el líquido en el interior durante el primer año de vida del bebé. Sin embargo, en los bebés que sufren de hidrocele esto no se produce así. Además, los especialistas estiman que los bebés prematuros suelen presentar un riesgo mayor de tener una hidrocele.
En una etapa más adulta, la hidrocele generalmente se produce cuando el canal, a través de donde descienden los testículos, no se ha cerrado de forma completa. Y es por eso que en su interior entra líquido o bien, el canal se vuelve a abrir nuevamente. Si esto ocurre, el líquido puede moverse del abdomen hacia el escroto. Eso sí, esta no será la única causa relacionada. También, podrá surgir como consecuencia de una inflamación, por una lesión en el escroto o por una lesión a lo largo del canal testicular.
¿Cuáles son sus síntomas?
Sus síntomas suelen ser variados. En la mayoría de ocasiones, lo único que sucede es una hinchazón en el escroto. De hecho, en pocas ocasiones la hidrocele suele producir dolor. Pero sí que puede surgir una sensación de pesadez en el escroto afectado, sobre todo en el caso de los más jóvenes. Además, la hinchazón podrá ser más preocupante durante la mañana que por la noche.
No obstante, si surge un dolor repentino o intenso, será necesario un tratamiento médico, ya que podría ser algo más grave como una torsión testicular. Para diagnosticarla, lo más normal es que el especialista lleve a cabo un examen físico. Durante este, podrá verificar la sensibilidad haciéndole una prueba de transiluminación, ya que cuando existe líquido, el escroto dejará pasar la luz.
¿Y su tratamiento?
Una vez diagnosticada, el tratamiento dependerá del momento en el que se haya formado. Es decir, no será el mismo tratamiento para un bebé que para una persona adulta. En el caso de los recién nacidos, lo más común es que la hidrocele desaparezca por sí misma, en un plazo de un año. Si esto no sucede y aumenta de tamaño, a lo mejor el niño necesitará cirugía, para la que necesitará anestesia. Otra opción que se valorará será drenar la bolsa.