Se acerca una de las fiesta más divertidas del año, sobre todo para los más peques. El Carnaval es la mejor ocasión del año para disfrazarlos de lo que más les apetezca, durante varios días, y sin importar si el disfraz es comprado, hecho en casa con mucho detalle y trabajo, o improvisado con lo que hemos encontrado por ahí. Se trata de pasarlo bien, de dejar volar la imaginación y de convertirnos en otros, al menos durante una horas.
Tener siempre a mano un disfraz no es sencillo, y puede que te encuentres teniendo que conseguir uno para tu hijo en muy poco tiempo, con materiales que tengas en casa o que puedas conseguir sin mucha complicación. Y cuando esto ocurre, lo más importante es dar con la idea del disfraz. Por eso hemos preparado estas para ti que son sencillas, muy efectivas, y perfectas para conseguir un disfraz que les permita disfrutar al máximo del Carnaval.
¿A qué niño no le gusta disfrazarse de pirata y jugar a surcar los mares? Y lo mejor de todo es que conseguirlo no puede ser más fácil: ropa negra, diferentes cartones de la casa, y cartulinas en blanco y negro son todo lo que necesitas para que tu pequeño se lance a buscar tesoros escondidos. Y ficha la idea del ancla, que puedes conseguir envolviendo un cartón con esa forma en papel de aluminio.
Son muy pocas cosas las que necesitas para conseguir un disfraz tan bonito como este. Los tutús parecen imprescindibles en los armarios de las niñas, así que es difícil que no cuentes ya con uno. Y también tienes la opción de eliminar la falda y usar unos leggins oscuros o unos pantalones. Por lo demás, lo imprescindible es unos tirantes, camiseta de rayas marineras, guantes y boina estilo francés. ¡Ah! y que te animes con un maquillaje elaborado, que es el verdadero elemento clave de este disfraz.
Si has improvisado una fiesta de carnaval en casa, puedes preparar máscaras como estas para todos o (mucho más divertido) hacer un taller para que cada uno haga la suya. Necesitas platos de cartón o plástico, palos de madera, pegamento o cola, y todo el material de manualidades que tengas a mano. Se lo pasarán de maravilla e irán ideales.
No hace falta comprar un disfraz de Rapunzel para emular a uno de los personajes preferidos de los niños. Una falda de tutú, una camiseta rosa y muchos pompones para decorar pueden hacer maravillas. Y para la trenza, a menos que tu peque tenga una larga melena, ¿por qué no hacerla de lana y que sea tan larga como ella quiera?
A los más pequeños les encanta ir disfrazados a juego con los mayores, y eso no tiene por qué ser, ni mucho menos, complicado. Mira qué monada este disfraz de brick de leche y galleta de chocolate hecho con cajas de cartón y rotuladores. Causaréis sensación.